MR. BEAR

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Han pasado doce días desde que Yeonjun preparó esa arepa al alfa por quien tenía toda la emoción de conocer pero también miedo de ser rechazado por este mismo.

Doce días en donde no recibió respuestas del alfa, bueno, en realidad fueron días donde Yeonjun estuvo más ocupado de lo normal. ¡Era tan frustrante! Ni una sola vez pudo toparse con Soobin sin estar en contratiempo con algo de su academia de baile o los exámenes.

Exámenes. Eso fue lo que impidió que se vieran incluso a lo lejos.

Para esas épocas todos los estudiantes entraban en crisis y una enorme burbuja de concentración. Las bibliotecas se llenaban y los libros eran tomados como cupos de regalos, a la velocidad de la luz. Yeonjun tenía que mantener sus buenas notas pues la academia de baile tenía ese requisito en la bolsa. Además de que si no llegaba al puntaje, no sería capaz de ver a Soobin lo que restaba del verano porque estaría tomando cursos durante dos semanas. ¡Dos semanas desperdiciadas!

Yeonjun se negaba a perder algo preciado.

Cuando fueron las semanas de exámenes, Yeonjun lo dió todo. Aspiró a ser candidato en la obra de baile de su academia no oficial para escoger los papeles que desempeñarían y por suerte, con mucho esfuerzo realmente, pudo ser él quien quedó para protagonizar al personaje principal en el baile del cisne negro.

Ya terminando todo sus pendientes. Yeonjun suspiró desanimado cuando no vió nuevamente rastro del alfa pelirrojo por ningún lado, lo ponía ansioso ciertamente, incluso su omega parecía deprimido por no poder apreciar al alfa.

—Sigues con esa cara desde ayer. ¿Qué te pasa? —Beom le robó parte de su almuerzo aprovechando que Yeonjun no parecía interesado y no siempre compartía su comida entonces sacaría provecho de la situación y porque su sandwich sabía mejor que el suyo— andas con esa burbuja depresiva como si no ser el protagonista de la obra fuera gran cosa. ¿Qué tienes?

—No lo he visto.

—¿A quién?

Yeonjun bajó la mirada. Beomgyu no era alguien discreto pero no tenía otro amigo omega para hablarle de su pesar, con un suspiro le quitó su comida al rubio quien rió avergonzado pues casi se lo termina todo sin darse cuenta.

—Descubrí...que me gusta un alfa. Tal vez demasiado, ni siquiera yo lo entiendo muy bien pero...quiero verlo.

—¿Un alfa? Vaya, eso es nuevo. Creí que ibas a morir solo —Jun gruñó.

—Hablo enserio, no sé porqué me inquieta no saber nada de él. Es como si...una extraña fuerza me quisiera empujar con este alfa pero puedo manejarlo, aún así, esa sensación en mi pecho no se desvanece y mi lobo parece tan ansioso porque puedo sentirlo —el omega tocó su pecho— es raro.

Beomgyu dejó de comer, miró a Yeonjun y con una fuerza sin medir lo volteó por los hombros. Yeonjun lo miró confundido cuando vió a su amigo mirar por ambos lados, asegurándose de que nadie más escuche.

—¿Te sientes ansioso? ¿Cómo?

—No lo sé, como...como si quisiera —sus mejillas se calentaron— como si quisiera reclamarlo. ¡Es vergonzoso! Jamás me había sentido así con nadie, menos por un alfa.

—Escucha, Yeonjun. Presta atención a lo que voy a decirte, no quiere que entres en pánico.

—Si lo dices así más pánico me da.

—Una vez en la biblioteca me encontré con un libro viejo, tenía curiosidad y lo leí. Mencionaba algo acerca de extraños sucesos y síntomas que algunos omegas y alfas presentaban cuando conocían a su complemento —Beom pensó— uno de esos síntomas es como el que me describes, ansias. Tu lobo se encuentra inquieto, ¿verdad?

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⏰ Última actualización: Mar 31 ⏰

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