- ̗̀❏ ::10. Te espere llegue a sentir que me moría

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Sabía que algo muy malo debía estar pasando si gente encargada de trabajar directamente con los comisarios se acercaron a él en cuanto llego al autódromo, quería saber que estaba pasando con los pilotos jóvenes, también sentía curiosidad por Lando y como había reaccionado al haber sido obligado a revelar su casta de ese modo, aunque él no reveló nada, claro, de eso se encargó la prensa.

Intento no pensar en la incomodidad que le generaba acercarse cada vez más a una zona que controlaban los comisarios al cien por ciento, mientras que se alejaba más de los equipos y las hospitalidades.

—Sergio —lo saludo uno de ellos con tomo serio, el antiguo piloto asintió como respuesta, quedándose cerca de la puerta en caso de que tuviera que salir corriendo de ahí —, nos alegra mucho verte.

Sí, algo muy malo pasaba. Apretó los labios con desconfianza observando a cada comisario que lo veía, después de su rápido análisis, se centró en las cosas sobre el escritorio; había una carpeta negra bastante vieja con el borde desgastado, a su lado izquierdo había una laptop y del lado derecho un pequeño pendrive así que no tenía idea de porque querían hablar con él o mostrarle.

—Muchas cosas terribles están pasando con los pilotos —murmuro uno de ellos con una mueca en el rostro —, sus secretos están saliendo a la luz, la prensa los está atacando.

—¿Tengo que fingir como ustedes que no sé quiénes son los responsables de eso? —el tono hostil de Checo se ganó miradas fastidiadas y molestas.

El omega no se intimidó ni siquiera cuando sintió a alguien pararse detrás de él, no se giró para mirar de quién se trataba, en su lugar alzó la barbilla dejando en claro su punto inflexible de ya no dejarlos ejercer miedo y autoridad sobre él.

—¿Sabes por qué es peligroso que todos los pilotos sepan la verdadera casta de sus compañeros? —inquirió uno de ellos cruzando los brazos sin dejar de mirar a Sergio —. No hay orden, los alfas empezarán a enfrentarse.

El entrecerró los ojos con curiosidad.

—¿Por qué harían eso?

—Un alfa es agresivo por naturaleza —aclararon con seriedad, Sergio se puso a pensar en su experiencia. Jules nunca fue alguien posesivo, aunque siempre lo llenaba de su aroma ocasionando que sus amigos alfas arrugaran la nariz y se alejaran —, son celosos y posesivos, no es su culpa, es su instinto primitivo saliendo a la luz.

Sergio no pudo evitar rodar los ojos. ¿Los alfas tenían excusas de ese tipo, pero un omega no? Si un omega se comportaba como tal, se le ataca de todas las maneras posibles hasta hacerle dudar de si mismo.

—No pueden evitarlo.

Una risa de incredulidad escapo de sus labios. ¿En serio lo habían llevado hasta ahí para excusar las conductas de los alfas? Que pérdida de tiempo para todos los involucrados.

—¿Eso que tiene que ver conmigo?

El comisario pareció molesto con la interrupción abrupta del hombre, Checo se encogió de hombros como si nada y espero alguna respuesta que tuviera sentido porque todo le resultaba demasiado extraño.

¿Por qué le daban todo ese discurso a él?

Otro de los comisarios abrió la laptop y la encendió, el omega de Checo se alarmo, tal vez se tratase del hecho de que no confiaba en ninguno de los hombres en aquel lugar, pero la idea de que estuvieran por revelarle los nombres de todos los omegas le dio escalofríos. Pasaron unos minutos en lo que introdujo el pendrive y abrió la única carpeta en este, se cruzó de brazos expectante, marcando de alguna manera una distancia entre él y los comisarios.

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⏰ Last updated: Apr 20 ⏰

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The heavens and the embersWhere stories live. Discover now