—¿Entonces por qué te asustaste tanto, Checo? ¿Qué te hizo retroceder de pronto?
—Cuando me habló de un futuro juntos, una familia, hijos... yo no... él no...
Checo tragó con fuerza dejando que más lágrimas rodaran por sus mejillas.
—No estaba listo para eso, Fer. Max no merece nada de esto, pero no puedo hacerlo, no quiero perderlos.
Fernando le limpió las mejillas con los pulgares, unió sus frentes y le permitió seguir llorando, sacar todo aquello que parecía abrumarlo.
—No lo estás defraudando, Checo —susurró buscando su mirada —, tampoco estás siendo desleal o infiel, déjalo descansar.
—Es que no puedo —el mexicano sollozó, sus labios curvándose hacia abajo en una mueca de tristeza —, sé que tengo que hacerlo, pero cuando lo he intentado... no puedo respirar, se siente como si me estuviera ahogando.
—Estás confundiendo dejarlo descansar con despedirte para siempre; dejarlo descansar significa permitirte seguir adelante, visitarlo cuando lo creas apropiado y mantener su recuerdo en tu memoria. Despedirte para siempre es no pensar nunca más en él y no debes hacerlo, pero tampoco te aferres a un fantasma.
—No estoy seguro de poder sobrevivir en un mundo sin él.
—Ya lo haces.
Checo sorbió por su nariz, algunas lágrimas más descendieron hasta que el llanto se detuvo casi por completo.
—¿Estás seguro de que no te equivocaste de profesión? —cuestionó con la voz ronca, aunque con un tono divertido.
Fernando bufó rodando los ojos lo que hizo que ambos se rieran entre dientes.
—Gracias por arruinar este bello momento, me debes cien dólares por la consulta.
—Qué caro.
Volvieron a reír, Checo volvió a recargar la cabeza contra el hombro del piloto asturiano y Fernando volvió a apoyar su cabeza contra la del mexicano.
—¿Te quedarás conmigo?
—Toda la vida. —Fernando dejó un beso en su cabeza.
—Gracias...
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Intentó pasar desapercibido cuando estuvo en el paddock, no necesitaba atraer atención innecesaria hacía él, no cuando las cosas estaban tan extrañas en el lugar, sin embargo, Charles lo notó apenas llegó como si sus sentidos estuvieran alerta para percibirlo, sus miradas se encontraron escasos segundos hasta que el monegasco movió la cabeza hacía un costado indicándole que quería hablar con él.
Checo vaciló unos momentos, estaba ahí porque quería interceptar a Yuki en cuanto terminara la carrera, algo en su interior le pedía casi de forma desesperada que lo encontrara y le asegurara que todo iba a estar bien, pero no quería que lo vieran con él y eso le trajera graves consecuencias dentro de la pista. Siguió a Charles a una de las habitaciones de descanso vacías, se mordió el labio inferior con fuerza e incluso jugueteó con sus dedos para calmar la ansiedad en su interior.
