𝐱𝐯𝐢. cuando me deshaga de esto, te mataré

821 211 68
                                    

Samuel se acercó a la mesa, mientras yo todavía lo seguía con la mirada, imaginando miles de formas diferentes de matarlo. Estaba segura de que podía verlo en mi rostro, porque su sonrisa se ensanchó como un depredador disfrutando de su presa antes de atraparla.

—Cuando me deshaga de esto, te mataré —prometí, viendo la sombra de algo parecido a la sorpresa pasar por sus ojos, como si no hubiera esperado escucharme decir algo así.

—¿Estás amenazando a un guerrero de nivel uno? —él se rió, completamente incrédulo, lo que me enojó aún más. Samuel pensó que era invencible. Pensó que el mundo estaba en sus manos.

—Sí, lo estoy —dije humedeciendo mis labios con mi lengua, antes de abrir una sonrisa—. Podrás ser un guerrero de nivel uno. Pero yo tengo un dragón.

—Que ni siquiera sabes controlar —respondió haciéndome levantar las cejas, desafiándolo con eso. Puede que no tuviera ningún conocimiento sobre un dragón, pero ya había tratado con Misty antes. Y lo había hecho muy bien por primera vez. —Debes agradarle mucho a David. Suele gustarle la gente que me amenaza.

—¿David? —solté, sorprendida al escuchar ese nombre salir de los labios de Samuel, sintiendo algo afilado atravesar mi corazón con el pesado recuerdo.

Miré a Samuel por un largo momento y me di cuenta de que había hablado como si David todavía estuviera aquí. Cuando llegamos, todavía no tenía idea del ataque de Chalet rojo al nuestro. Así que, tampoco tenía idea de lo que le había pasado al entrenador de Chalet Azul.

—¿Qué no lo sabes? —pregunté, odiando lo baja y vacilante que era mi voz, lo que hizo que él pelinegro me mirara con las cejas juntas y una expresión confusa.

—Él me entrenó cuando vivía en Chalet Azul. Antes de irme de allí y crear este campamento —confesó, provocando que un profundo suspiro escapara de mis labios, entendiendo de dónde lo conocía Percy. Samuel había sido un guerrero azul. En algún momento estuvo en esa cabaña.

—David está muerto, Samuel —dije observando el impacto que tuvieron mis palabras en él. Porque Samuel se quedó quieto. Duro como una roca, mirándome como si ni siquiera me estuviera escuchando. —Raven lo asesinó en el ataque de Chalet rojo. Fue enterrado a la mañana siguiente al amanecer.

—¿De qué estás hablando? —exclamó Samuel, acercándose a mí con pasos pesados—. ¡Raven es un elemental!

—Y eso no le impidió traicionar a todos en Chalet Azul al permitir que los guerreros rojos invadieran ese lugar. La situación no fue peor gracias a la ayuda de Misty y porque Raven se fue tan pronto como... —no necesité completarlo, porque Samuel leyó las palabras en mis ojos. Su expresión se volvió oscura, como si no pudiera creerlo.

—¿Por qué Raven haría eso? —preguntó, y yo negué con la cabeza, viendo a Samuel ponerse de rodillas frente a mí, acercando su rostro al mío. —¿Por qué Raven haría eso, Zaia?

—No te voy a decir nada mientras esté atada y siendo usada como moneda de cambio —siseé, viendo finalmente la ira cruzar sus ojos, cuando logré golpearlo por primera vez—. Pensé que deberías saberlo.

Samuel me miró con expresión dura, parecía arder de ira por dentro. Se levantó después de un segundo y desapareció por la puerta de la cabaña demasiado rápido para que yo pudiera absorberlo. Pero sentí la tensión que quedaba en el aire, cargada de algo peligroso.

 Pero sentí la tensión que quedaba en el aire, cargada de algo peligroso

ओह! यह छवि हमारे सामग्री दिशानिर्देशों का पालन नहीं करती है। प्रकाशन जारी रखने के लिए, कृपया इसे हटा दें या कोई भिन्न छवि अपलोड करें।
Hasta que comience a arder ©जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें