CUENTOS CORTOS DE TERROR [COMPLETA]

LA RISA DE LOS DEMONIOS

En lo profundo del bosque prohibido, donde las sombras danzan con la luz de la luna, se decía que habitaban demonios cuya risa era más mortífera que cualquier arma. Los lugareños temían la maldición que rodeaba aquel lugar, pero algunos audaces aventureros no podían resistirse a la curiosidad prohibida.

Una noche, un grupo de intrépidos exploradores se aventuró en el bosque. Los árboles parecían susurrar advertencias, pero el canto de risas diabólicas resonaba más fuerte. A medida que se adentraban, la risa de los demonios se intensificaba, llenando el aire con una cacofonía perturbadora.

De repente, las sombras cobraron vida, tomando la forma de grotescos demonios con sonrisas malévolas. Sus ojos brillaban con una luz infernal mientras se reían en coro, atrapando a los intrusos en una danza macabra. Quienes se atrevían a reír con ellos quedaban marcados para la fatalidad.

Uno de los aventureros, seducido por la risa seductora, se unió a la carnicería ritual. Las risas demoníacas se volvieron más estridentes, y en un instante, el traidor fue envuelto en sombras, desapareciendo entre risas sádicas.

Los que quedaban retrocedieron horrorizados, pero las risas los persiguieron como un eco persistente. Cada risa compartida sellaba su destino. Uno a uno, los infortunados fueron cazados por los demonios, sus cuerpos fueron encontrados al amanecer con expresiones de horror congeladas en sus rostros.

Desde esa noche, el bosque resonaba con la risa de los demonios, advirtiendo a los desprevenidos de que la tentación de reír con ellos solo conduciría a un destino funesto. La leyenda del bosque maldito se extendió como una advertencia siniestra: nunca te permitas caer en la trampa de la risa demoníaca, o te verás atrapado en un baile eterno con la muerte.