Los deseos de Aisha (En curso)

2. Botella en terciopelo

_Le diste mucha suerte a la casa de empeño ¿Cómo puedes ayudarme?, si me hubiera encontrado una o dos monedas de oro en la caja habría creído firmemente que es para vender, empeñar o subastar, pero ¿esto? ¿Qué hago contigo? _ fue en ese momento que miro la tapa de la caja aterciopelada, la carta que dijeron debía tener ¿instrucciones? ¿desde cuándo una botella necesita instrucciones? Bueno, considerando que hay gente que necesita instrucciones para usar un shampoo le pareció de lo más justo, y teniendo en cuenta que estaba maquinando sobre la botella ornamentada frente a ella, le aprecio aún más razonable ¿se la estarían dando para qué? ¿regresar a la tienda y venderla nuevamente a los jefes, pero esta vez recibiendo dinero a cambio? ¿Siquiera eso tiene algún sentido?

Reconoció la letra del señor Robert en el sobre, incluso estaba sellada con lacre, algo característico de su padre Albert, rompió con cuidado el sello para ahí sí encontrar la posible solución a sus incógnitas.

Estimada señorita Aisha Smith, cordialmente la saludamos en la entrega de este precioso regalo, he de suponer que se encuentra confundida, como vera la botella ante usted es de un valor mucho más alto del que pueda imaginar, le rogamos sea precavida y discreta, confiamos en su buen juicio, este regalo contiene medio para alcanzar la grandeza o la destrucción de mucho, sepa usarlo con sabiduría, se llevará una sorpresa, puesto que no es como tal un algo, sino un, alguien, elija bien sus palabras, sea cuidadosa, piense en cada detalle, no deje cabos sueltos y sobre todo, le recomendamos guardar el secreto sobre su identidad, en manos equivocadas puede desencadenar en tragedias, esperamos se lleven bien, se entiendan, se comuniquen y lleguen a términos en común, la primera impresión es la más impactante, sabemos de primera mano qué tan imponente puede ser, pero llevándolo bien, puede ser un gran amigo para los momentos más difíciles o felices de la vida, solo, tenga cuidado con lo que desea, puesto a veces, puede darse la vuelta, ayúdenos a Adel de nuestra parte, que cuando quiera, puede visitarnos, esperamos que la obedezca.

Albert y Robert

¿Qué rayos acababa de leer? ¿Cuidado con lo que deseas? ¿Cuídalo bien? ¿Adel? ¿No dejes los cabos sueltos? ¿A qué se referían con todo eso? _ ¡Esto es ridículo, me dejaron más confundida que antes! _ colocó la carta en la tapa y cerró la caja con cuidado, no, ahora no necesitaba enigmas más que los pendientes que tenía con los planos, esos si eran de terror, colocó con cuidado el obsequio en una de las repisas de su habitación y fue directo a su estudio, esa noche no dormiría nada hasta rehacer los planos y corregir las mil y una modificaciones del arquitecto, ya después tendría tiempo para enigmas de botellas ornamentadas.

Nada, no importa cuantos enlaces buscará en línea, no encontraba nada sobre la maravillosa botella ornamentada.

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Debían de ser alrededor de las diez de la noche del miércoles, con una música de fondo a bajo volumen y un pastel de pollo en el horno, Aisha esperaba que todo siguiera en paz.

Le dolían los pies de estar al menos dos horas y media revisando esa colección de figuras de acción, admiraba demasiado al sujeto de esa tarde, el alma y corazón que había puesto para conseguir todos los artículos de edición limitada es algo de admirar, ella no tenía tanto temple o una afición tan fuerte como eso.

Sus agendas eran lo más parecido, pero ella no buscaba ediciones limitadas ni material estrictamente de una marca en específico, además, si fuese una afición así, no habría podido abrir y usar al máximo las agendas, pues estarían en sus respectivas cajas embaladas, para solo ser admiradas; no, ella amaba usar una agenda o una libreta, no podría simplemente tenerla de adorno.

Pensó en otras aficiones, y una a una fue descartando la idea y con ello el sentimiento de admiración a los coleccionistas, pues ella no podría serlo; observó su taza de Ravenclaw con chocolate caliente, la tomó entre sus manos y la imagino en la cajita, no, no podía, se sentía tan bien usarla.