2. Botella en terciopelo

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Decir que no estaba algo cohibida por la caja de terciopelo en la mesa de su comedor sería una mentira, había llegado de la universidad, tenía un montón de cosas de las que ocuparse, los planos que había entregado terminaron mas rayados por el arquitecto que un dibujo de un niño de kínder, como si fuera poco, ahora debía corregir todo lo que había hecho, eso incluyendo la maqueta, porque justo los errores de esos planos, estaban aplicados a la versión a escala en su mesa de trabajo, ahora entendía porque no estaba dando resultado.

Había decidido tomar un baño para relajar su mente, llevaba desde el almuerzo pensando constantemente en el regalo de sus jefes, ¿el secreto de su éxito? Pensó en un diario con anotaciones de consejos de un experto para no fracasar en la vida desde una edad joven, de ser así, como un libro de autoayuda, no lo negaría en lo absoluto, siempre era bien recibido un consejo de un mayor, mientras sea para sumar y no para criticar.

Con su cena en la mesa, decidió poner algo de música a bajo volumen, una melodía para ambientar sin letra, no quería molestar a sus vecinos, otra vez, los cuales irónicamente tenían a un adolescente que tocaba la trompeta de manera muy torturadora, pero que la más mínima melodía que no fuese el instrumento de viento orquestado por su hijo era símbolo de "malas costumbres musicales, falta de cultura y poca apreciación al verdadero arte", bueno, padres modernos al fin y al cabo; tomó entre sus manos la caja de terciopelo y la examinó, de un tamaño considerado, casi como para contener una botella de vino, que por cierto se le antojo una copa, estaba adornado con un listón azul turquesa con su nombre.

_ Es bastante bonita la presentación con sumo cuidado y con la caja apoyada en la mesa, tiró del listón para desatar el nudo, no pudo evitar sentir la emoción infantil de abrir un regalo, al levantar la tapa una brillante y majestuosa botella ornamentada se visualizó, estaba puesta en un soporte de seda que impedía su movimiento, cada adorno era de un detalle casi irreal, el vidrio de un color debía de ser transparente o ligeramente tornasolado, no sabía con exactitud cómo definirlo puesto que su líquido interno parecía como esos perfumes costosos que tenían algún líquido tornasolado de un color turquesa con brillos de colores y dorados que se movían en todas direcciones haciendo distintos remolinos capturó su atención robándole el aliento, el honramiento de un color dorado, brillaba con las incrustaciones de piedras en ella, haciendo patrones intrincados, llevaba trabajando en una casa de empeño los últimos tres años, conocía el oro y las piedras preciosas por su experiencia.

_ ¡Esto vale una fortuna! _ Las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos, no era capaz de sacar la preciada botella de la caja, con cuidado se inclinó para ver con más detalle, pudo distinguir rubíes, esmeraldas, zafiros y por supuestos pequeños diamantes en los diseños, el corcho estaba adornado con una piedra enorme tallada, no tenía idea de que podía contener, si era un vino, un licor o un elixir, pero estaba segura de que era único en su clase, las lágrimas surcaron su rostro sin poder creer lo que tenía al frente, quería tocarlo, asegurarse de que era real, pero estaba tan cohibida que se negaba a tocarlo con miedo a estropear tan precioso ejemplar, ¿Por qué se lo habían dado? ¿Cómo era posible que le dieran algo así? ¿Era en serio tan digna de un regalo tan precioso y costoso? Se veía como algo que tendría en su caja fuerte un rey o un Zar, por el diseño debía de ser de Medio Oriente, ¿De qué fecha debía estar datado? No tenía ni la más remota idea.

Con cuidado examinó minuciosamente la botella sin sacarla o tocarla, no había duda de que se trataba de algo original, llevaba viendo en exposición, clasificando, vendiendo y comprando piedras preciosas, joyas en oro, relojes, anillos, collares; no entendía cómo podían haberle dado un objeto como aquel, pero aun así lo que más la confundía era ¿Cómo podía este objeto ayudarla a tener éxito?, venderlo o empeñarlo era ridículo, cómo iban a darle algo así para vender o empeñar y con el dinero cumplir todos sus sueños, ¿subastarlo? Era lo mismo.

Los deseos de Aisha (En curso)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu