Capitulo 14

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—Fragmentos del pasado... [Primera parte]

—¡Despierta de una vez!—Abrí los ojos frente a un fuerte bofetón, esa voz, esa necesidad de resolver todo con golpes, cuando me di cuenta la muy idiota me estaba tomando del cuello de mi vestido, parecía furiosa, pero yo sabía que así se preocupaba por los demás, Meiko me agitó tan fuerte que me vi obligada a devolverle el golpe. me levanté aprovechando la distracción de la pelinegra, ella estaba a punto de lanzarme otro golpe, Pero Ice, como buen mediador, la detuvo, Sacudí mi vestido y cabello, volviendo a mi expresión segura y seria, hablé sin preguntar nada innecesario.—¿Tienen la profecía?

—Si...—El desánimo de Ice me decía que algo estaba mal, extendí la mano, como seña de que me dieran el pergamino, me lo entregaron sin rechistar, al abrir el papel desgastado, encontré el texto mas corto del mundo, y un dibujo. Abrí los ojos de par en par, mis manos comenzaban a temblar junto a las comisuras de mis labios, no pude mediar palabra ante esto. boquiabierta, miré a Ice, que estaba cabizbajo en el centro de la habitación. inmediatamente comprendí, Pero no podíamos hacer mas si eso era lo que aparecía, no había mas forma de arreglarlo, Suspiré y dejé el pergamino en manos de Akífene, me acerqué al albino triste al centro de la habitación, estando frente a frente con el, posé mis manos sobre sus hombros, y dibujé una sonrisa en mis labios.—Ey ¿por qué no piensas en que estás salvando al mundo? ¿a Terra? Realmente la estás salvando de la tortura que vive a diario.

—Ya lo se...

—Vamos, estamos muy cerca, solo necesitamos unos aliados mas, y que los chicos dominen sus poderes... eh.... ¿donde está Sam?

—Ah... no lo se... estaba hace un rato con nosotros...

***

[Biblioteca Real: Castillo Negro, Infierno blanco]

—Cariño... Tu madre dijo que no rebuscaras con tanto apuro... ¿por que no descansas?

—No puedo descansar, estoy segura de que habrá una pista pronto.—Dijo Sam, estaba fija en esa caja de madera, no levantaba la cabeza, no se movía, sus manos manejaban la melodía tosca que emitían al golpear la madera con brusquedad.

—Dijo Sam, estaba fija en esa caja de madera, no levantaba la cabeza, no se movía, sus manos manejaban la melodía tosca que emitían al golpear la madera con brusquedad

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—Samantha, tu madre estará molesta si descubre que estás husmeando en los cajones secretos...

—Vamos, lo máximo que hará será gritarme, no creo que se de cuenta.

—¿Entonces por qué escuchó sus pasos?—Un movimiento brusco provino de parte de Sam, La bibliotecaria era realmente increíble, a ausencia de vista, sus oídos, Nariz y manos eran realmente sensibles la puerta se Abrió, dejando entrar a la Reina del infierno Blanco, Sarina. la madre de Sam.

—Sam... ¿Que estás haciendo? Te dije que no tocaras eso... pequeña insolente.

—no tengo que darte explicaciones—enunció nerviosa, es cierto ¿que estaba buscando con tanta brusquedad? La madre de Sam miró de Reojo un gabinete, suspiró y señaló a la derecha, chasqueó los dedos, guiando a Sam hasta ese lugar. no se comunicaban directamente, había una distancia abismal entre ellas, tanta que la tensión podía sentirse en el aire.

Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.Where stories live. Discover now