Capitulo 2

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—Aliados.

𝘈𝘯̃𝘰 1422 [𝘔𝘢𝘳 𝘢𝘣𝘪𝘦𝘳𝘵𝘰]

Recuerdo haber escuchado su historia, una rubia hermosa de ojos color nácar, similar a un par de perlas, vivía en las profundidades del océano, La princesa Lyn, primera en la línea de sucesión a líder del clan Sirena, oh Lyn, me compadezco de ti. Esa pobre rubia vivía acomplejada a causa de su padre, solo tenía una amiga, una medusa, que lastimosamente falleció, ella había huido de casa, el clan sirena podía salir y entrar al mar cada que les plazca. Al salir, se había encontrado con una mujer extraña, tenía el cabello marrón, tenía planeado secuestrarla, pero Lyn no se dejó y decidió negociar.

—¿Por qué no vienes conmigo? Tu familia no valora tu esfuerzo, yo si lo haré, mi nombre es Terra.

—Usted... Me ayudará?

Un dragón color negro se acercó, adoptó una forma humana y se presentó con el nombre "Dan" Ella quedó maravillada con el, así que aceptó sin dudarlo, pobre niña caprichosa.

—¡Dime tu nombre, soy Lyn!

—mi nombre es Dan...

—¡ES HERMOSO!

[𝘕𝘦𝘷𝘦𝘳𝘭𝘢𝘯𝘥]

—Es majestuoso.

—¿Que cosa, Akina?

—Este lugar, es... Tan mágico.

—la magia es algo normal, acaso eres una humana que quiere quemar brujas? Si es así tendrás que arder en el infierno rojo, donde habitan humanos malos!

—¿¡QUÉ!?

No dije nada más, mi expresión de sorpresa parecía darles gracia, entramos al castillo, habían exactamente trece habitaciones, cada una con el nombre de su respectivo elemento, ocho estaban en el segundo piso, nombrando cada elemento más su portador. Y arriba, en el Rellano, habían otras cuatro, una con mi nombre, y otras con unos elementos repetidos, ouh. Fuego, agua y Hielo, Justo los que tenía que encontrar, sin embargo, sobraba una... Que odioso tener que hacer esto... Justo al lado de mi habitación había una biblioteca, ENORME! La amé al primer instante, todos los jóvenes amaban su cuarto mágico, increíble. Fuimos a ver el campo de entrenamiento, era gigante. Fácil cabían diez tanques de guerra! Al entrar inmediatamente todos teníamos un traje de batalla con su respectiva paleta de colores, woaah.

—¡Akina! ¿Que debemos hacer?

—Sinceramente, no lo sé. Ni siquiera se usar el mío!

Angeline se burló y contestó con orgullo.—La magia es fácil, concentra tu energía, mientras más fuerte sea tu energía, tus emociones positivas, más poderosa es. Si tus emociones son negativas, funcionará para mal, aunque depende para que quieras usarla.

—¿Cómo sabes eso?

—En los libros de mi palacio... Hay un libro de leyendas, y justo aparece esta. Es decir, no creía en la leyenda Murphy hasta que te conocí, de hecho, sigo sin creerme esta historia absurda.

—¿Cómo se llamaba, si puedo saber?

—El Odio de la despiadada Hermana. Nadie sabe cuáles son los que siguen vivos, ni quienes murieron, solo sabemos que la hermana que sigue viva y comenzó la masacre, es Terra, debido a que su collar no estaba en la caja...

—Sabes.... Mucho, más que yo... un momento ¿¡en que momento te fijaste en eso?

—Soy muy observadora... bien, inténtalo, se supone que tú me enseñes a mi.

Mis manos temblaban, pensé en algo bueno, agradable, tal vez un conejito? No, tengo el poder de crear, pero no sé si llegue a crear vida. Pensé en un arma simple, un bastón fácil de manejar, y para mí sorpresa, un bastón semitransparente color morado apareció en mi mano. Increíble.

—Angeline, ¿si creo muchas cosas, me cansaré?

—Si.—Fruncí el ceño mirando el arma que hice, luego miré a mis ¿Alumnos? Y comenzó la batalla, uno por uno usaba sus habilidades, pero faltaba algo, un arma. Alan, el chico demonio de cabello claro, escogió una lanza, y Sam un arco y flechas, tienen alas, así que es algo lógico. Miré fijamente a los demás, no tomaban nada, así que en base a su elemento les ofrecí un arma. Agua y fuego, había encontrado unos cetros hace un rato de colores rojo y azul, les quedaban bien, aunque no se para que sirven. Luz, una espada. Aire, un Abanico grande, Vannessa, que había elegido el elemento flora, le cedí una flauta, ella la amó, no se muy bien para que la usaría, pero tenía entendido que las plantas entendían la frecuencia de la música o alguna pavada así, y a Alex, elemento Fauna, le ofrecí un hacha. Cada arma tenía un significado especial, y yo apenas estaba conociendo el por que. Sonreí con desconfianza, mientras empezaba a comprender, que pasaría con ellos la mayor parte del tiempo, debía ganarme su aprecio y respeto.

—muy bien. Pasen uno por uno, veremos qué tan bien los dominan.—De repente sentí una ola de adrenalina en mi cuerpo, deducía cada movimiento de mis contrincantes ¿Como una joven como yo sabía luchar si ni salía de mi hogar? Me sentía poderosa, y los derroté uno por uno, con un único rasguño en la cara hecho por Mathew.

—¿¡NO QUE NO SABÍA NADA!?

—Les juro que ni siquiera se cómo pude pelear también.

—"Estás comenzando a comprender por qué estás aquí... Pieza faltante."— me encontraba en un lugar oscuro, no veía nada más que a la bruja del principio, Akífene, ella... ¡Me estaba siguiendo!

—¿Que quieres decir?

—"¿Recuerdas que estás aquí para salvar Neverland? No puedes hacerlo sin conocimiento alguno, ves esto? Es tu mente. Constantemente se llena de habilidades y conocimientos que nunca aprendiste, yo hice todo el trabajo mientras dormías, y parece que está comenzando a hacer efecto, No te descuides y protege esos fragmentos del pasado."

Di un golpe a la realidad, Sam parecía estar conmigo, junto a Alan y Angelina, la hermana de aquella mocosa molesta. parecían preocupados, me levanté y pregunté—¿Que pasó?

—Te desmayaste, Akina!

—¿Dónde están los demás?

—Vannessa está preparando hierbas medicinales para ti, y los demás se quedaron entrenando...

—Ya veo...

—Antes que nada, esos aretes no te quedan bien, y pues, tienes una visita.

Salí disparada en dirección al vestíbulo, quien estaba ahí? Un joven de cabello blanco, y ropa extraña, como si hubiera huido durante años.—¿Tu eres... Akina Yamada?—Dijo con voz ronca, me estremecí, pero asentí con duda, su expresión seria y aterradora cambio a la de alguien amable y contento, sonreí nerviosa, mientras de golpe llegó a abrazarme, como si me conociera desde el día en que nací, esbocé una expresión de asco, odiaba el contacto físico.

—¡ERES TU! Tu me ayudarás! Una Bruja me habló de ti! Su nombre... Aki... Akífene!—Abrí los ojos de par en par en modo de sorpresa, era la misma que me había traído aquí, no tengo que preocuparme de que sea mala, al parecer.—¿Cómo te llamas?—Pregunté mientras me alejaba dando un empujoncito al albino.—Mi nombre es Ice Murphy! Soy uno de los sobrevivientes a la masacre...

—Elemento hielo, verdad?

—¿¡de eso estabas hablando!?

—Si, Alan, el será tu maestro, pero déjalo llegar! Ice, tu habitación está en el Rellano, junto a la de los elementos agua y fuego.

—Aaaah! Junto a mis hermanos? Ellos vinieron conmigo! Entren!

—Somos... Aqua y Fénix, señorita Akina, un gusto conocerla.

—Ah, no me traten de a Usted, me incómoda...

Las Crónicas de Akina: Viaje entre dos Mundos.Where stories live. Discover now