Tom Riddle

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♡Oh, how you'd changed him

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♡Oh, how you'd changed him

Tom había planeado cuidadosamente su dominación del mundo, creó su alias Lord Voldemort y los horrores que le acompañarían. Decidió que él solo se apoderaría del mundo mágico por cualquier medio necesario y causaría estragos entre los débiles que lo rodeaban. Era un plan que había creado desde que era un niño, decidido a devolver lo que este mundo cruel le había impuesto: pena y dolor.

Hasta que te conoció. Para Tom, eras como un soplo de aire fresco, una presencia inmejorable con rasgos brillantes y esperanzadores que ofrecían una sensación de paz en su vida. Erais conocidos desde primer año, sin embargo os habíais hecho más familiares en pociones de sexto año, justo cuando él tramaba sus primeros horrocruxes junto con el ataque al basallisco, os habían asignado como compañeros de estación a principios de septiembre de ese año.

Cuando sus nombres fueron leídos, Tom frunció una ceja, pero no se sintió decepcionado por el testimonio, ya que había tomado nota de sus logros anteriores en la materia y pensaba que podría serle útil más adelante, cuando su dominio fuera más prioritario que sus estudios, pero su mundo se derrumbó cuando usted se giró en su asiento para examinarlo.

A Tom le hicieron creer que era incapaz de amar. Un monstruo psicópata monótono carente de emociones humanas, pero que obtenía habilidades alienígenas. Cuando tus ojos lo miraron y tu pelo se balanceó detrás de tus hombros, fue incapaz de ignorar cómo se aceleraban los latidos de su corazón y se entrecortaba su respiración; a los ojos de Tom eras insondablemente hermosa y él era incapaz de apartar la mirada, una Medusa incapaz de lapidar a sus víctimas.

Le tendiste la mano con calma y él admiró tu postura erguida y tu cabeza erguida con seguridad. "T/n" dijiste, labios suaves y regordetes y voz tranquilizadora y suave. "Tom", contestó, la voz le fallaba mientras tartamudeaba, algo que nunca le había ocurrido antes. Tú soltaste una risita ante su error y él se encontró disfrutando del sonido, convirtiendo instintivamente en su misión escucharlo una vez más, incapaz de evitar que la sonrisa apareciera en sus labios.

Tom también apreciaba tu habilidad para la perfección. Tus pociones nunca dejaban de ir más allá de la perfección y tus aplausos siempre eran merecidos, recibidos con un humilde movimiento de cabeza hacia tus compañeros antes de que te dispusieras a desafiar las siguientes probabilidades en tu camino

Naturalmente, Tom empezó a gravitar hacia ti también fuera de las clases. Se encontraba en el camino para acompañarte a clase o a la mesa de la cena, o a tu lado en la biblioteca estudiando más allá de la paciencia y las horas de trabajo del bibliotecario. Tom encontraba consuelo en tu presencia y se permitía complacerte sin importar lo que Lord Voldemort le dijera que hiciera

Al final, había ofrecido su brazo para pasear contigo hasta Hogsmeade un frío día de otoño, unas semanas antes de que comenzaran las celebraciones navideñas y el solsticio de invierno convirtiera las tierras altas escocesas que os rodeaban en un sobrecogedor país de las maravillas invernal. "¿Puedo acompañarte a Hogsmeade?" preguntó Tom con una pequeña sonrisa, tendiéndote el brazo mientras tus amigos reían y te empujaban hacia él. Te reíste con él mientras enhebrabas tu antebrazo con el suyo, uniéndolos a ambos por la cadera mientras respondías: "Sí, puedes Tommy".

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