I. Maravillosa coincidencia.

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Nicole.

Iba caminando deprisa por el centro de Londres. El móvil en la mano esperando a que su amiga contestara.

- ¿No te he dicho que iba a ver el piso? ¡No me llames, pesada!

Su amiga Jess acababa de contestarla y de aquellas maneras. Como siempre, tan ella.

- ¡Pero que no mires más pisos! Vente a vivir conmigo - repitió Nicole

- Niki...eres una pesada. Quiero vivir en mi propio piso, una aventura diferente - contestó Jess

- Y con un tío - recalcó riéndose Nicole

- Seguro que es gay... ¡qué ilu! Cuando lo vea te llamo - se despidió sin dejarla decir nada más.

Nicole resopló antes de pararse en un escaparate a retocarse el pelo rubio.

Se iba a pintar los labios cuando su móvil comenzó a sonar. Esperaba ver el nombre de una de sus amigas en pantalla pero Aroa estaría con su chico y Jess era imposible que la llamara tan rápido.

Jack.

Su corazón empezó a latir deprisa y no sabía si era por las ganas que tenía de verle o los nervios que le entraban.

J: Nena ¿vienes a recogerme al entrenamiento?

De su boca salió un '' que ni ella misma se dio cuenta. Así era con él. Siempre era un '' a todo lo que le pedía.

En poco tiempo llegó a casa para coger el coche y salir en dirección al campo de entrenamiento.

Al llegar ya estaba fuera con esa sonrisa que tanto le gustaba, sonrisa de niño con hoyuelos.

- Princesa - saludó Jack entrando en el coche.

Antes de que pudiera decir nada, Jack la estaba besando, agarrando su cuello para profundizar más.

El beso iba aumentando, Nicole se inclinaba más, tanto que le tiraba el cinturón del coche.

- Dios te he echado de menos - murmuró Jack antes de volver a besarla.

- Y...yo...- musitó Nicole embobada

- Vamos a casa - dijo Jack sentándose bien en el asiento y poniéndose el cinturón.

- ¿...a...tú....casa? - preguntó sorprendida

- Sí, princesa. Estamos solos - dijo sonriendo

Aquella conversación la puso de muy buen humor. Iba a estar todo el día con Jack, en su piso.

Según conducía pensaba en toda su historia con Jack. Él era su ex...hubo un tiempo en el que habían sido pareja pero entonces...había sido padre. Y desde entonces su historia iba y venía.

Entrar en su casa siempre le daba respeto. Siempre que veía los juguetes de sus hijos se sentía culpable de volver a caer.

- No pasa nada Nicole. Es como siempre...nos queremos - dijo Jack tirando de ella

- En tu habitación no - suplicó Nicole

Jack se paró para tranquilizarla. Empezó a besarla lento y suave, cogiendo su cara con sus manos.

- Te quiero Nicole. Siempre te he querido - murmuró con otro beso

Se rindió a su boca y empezaron a chocarse con todo lo que había por medio del pasillo.

Jess.

Jess había colgado a Nicole antes de llamar a aquel portal lujoso de Londres. Según subía, después de saludar al impecable portero, pensaba en quién sería el dueño del piso. La oferta era muy tentadora y solo esperaba que el inquilino fuera amable.

No ControlWhere stories live. Discover now