Honestamente, Jungwon debería haberlo esperado, era lo respetuoso que había que hacer. Podría durar una noche sin dormir al lado de su novia, ¿verdad?
Incorrecto. Muy mal. Se había acostumbrado tanto a que su novia lo abrazara por detrás y tuviera la cara acurrucada contra sus omóplatos, que se sentía frío y solo.
¿Es así como se sentía antes de que se reunieran o es este retiro de su adicción favorita? No tenía ni idea, lo que sí sabía era que no era posible tenerla durmiendo en la habitación al lado de la suya solo porque estaban en la casa de sus padres, levantó la manta de su cuerpo y balanceó las piernas por el borde antes de salir de la habitación en silencio
Se arrastró hacia la puerta junto a la suya y la abrió lo más silenciosamente posible, y sostuvo la puerta para evitar el fuerte ruido de su cierre antes de dar la vuelta, solo para conocer a la vista de su novia, hermana y madre, ambas sentados en la cama tratando de ocultar su risa.
-¿Qué está pasando?- Preguntó, inclinando la cabeza en confusión mientras acogió a las tres mujeres todas vestidas con su pijama, aparentemente esperando a que él entrara. Sin embargo, su respuesta vino en la forma de que su novia la sostenía de la mano a las otras dos como si esperara a que le pusieran algo, y lo hicieron. Dinero.
Se dio cuenta bastante rápido de que tenían una apuesta sobre cuánto tiempo le llevaría aparecer, todas siendo muy conscientes de que ya no puede dormir sin su novia, al principio podría hacerlo, pero ¿tan pronto como probara cómo ella lo abrazaba en la cama? No había dormido solo desde entonces.
Jungwon sopló antes de pasar por delante de su hermana y su madre, y empujar a su novia en la cama antes de ponerse a su lado, solo enviando un ligero empujón a su madre y hermana como un mensaje para que se vayan para que puedan dormir, lo que a través de su ataque de risas lo hicieron.
-¿Has hecho una apuesta por mí? ¿Cuándo tuviste tiempo para hacer eso?
-Cuando tú y tu padre fueron a tomar algo, me dijeron que querían ver cuánto tiempo te llevaría llegar a mí si nos separaban por la noche. Algo sobre ti, siempre delirando sobre lo bien que duermes a mi lado". Ella explicó que se movía a su posición habitual con el pecho hacia su espalda.
-Eso es malo.
-Oh, cállate, que te estoy abrazando ahora.
-Abrazos que podría haber conseguido antes.
