LOS ONESHOTS NO SON MÍOS SON SACADOS DE TUMBLR ; de todas formas las que yo no halla hecho le daré el reconocimiento al creador :)
También habra fotos de cada personaje al principio o al final de el "capitulo".
Fecha de comienzo: 12 de marzo de 2024...
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♡kinkmas 2023
"Mhm... Justo así". El morocho murmuró mientras lo mirabas, tus pechos abrazando exquisitamente la longitud de su polla mientras arrastrabas tus tetas arriba y abajo. "Mie...mierdaaa!"
Tus tetas eran su obsesión, su adicción, su vicio. Era follarlas o chuparlas, simplemente le encantaban esos redondos y enormes pechos tuyos.
Sus caderas se levantaron involuntariamente, tus labios rozaron su punta y eso hizo que sus ojos rodaran hasta la parte posterior de su cráneo.
"¿Te sientes bien, Enzo?" Le preguntaste, sabiendo ya la respuesta. Asintió, un sonido profano salió de sus labios. "Usa tus palabras, cariño".
"Sí. Oh, Dios- ¡Sí.si.si.si!" Tu desastroso novio gimió y tú sonreíste ante su reacción. Sus caderas empezaron a subir y bajar para arrastrar su polla entre tus grandes pechos.
Tus labios se separaron y lamieron su punta, saboreando su pre y tarareando ante el agrio sabor. Empezaste a dar lametones de gatita a lo que podías alcanzar de su eje, provocando más y más gemidos desde lo más profundo de los pulmones de Lorenzo. Tus labios rodearon la cabeza de su polla y tus mejillas se ahuecaron mientras hacías todo lo posible por ordeñar su longitud hasta dejarla seca.
"Estoy tan cercaeee. Me voy a correr. Me voy a correr en tus tetas perfectas..." Murmuró, gimiendo mientras sus ojos se cerraban, la polla palpitando y los abdominales compactándose mientras todo su cuerpo se tensaba.
"Entonces vamos, amor. Cum. Cum para mí, vamos ". Dijiste, ahora con la boca fuera de su polla, mientras veías cómo su cara se contorsionaba de puro placer y deleite.
Sus dedos apretaron las mantas con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos. Sus dientes aprisionaron su labio inferior con tanta fuerza que casi le hicieron sangrar. Su cuerpo se tensó tanto que pensó que sus músculos se romperían. Lorenzo estaba a punto de darle todos sus putos jugos, y usted estaba listo para el abrumador chorro de su semen.
"¡Mierda!" Una mención de tu nombre salió de sus labios y entonces explotó, cuerdas blancas de espeso líquido empaparon tu cara y gotearon hasta tus pechos. Jadeó ruidosamente, abriendo los ojos y gimiendo al verte lamer el semen restante de tus labios, tragándotelo hasta la garganta.
"Lo has hecho muy bien". Le elogiaste y le acariciaste el muslo con la mano. Su pecho subía y bajaba, sus pulmones se quedaban sin aire mientras recuperaba el aliento por la enorme descarga que le habías dado.
