LOS ONESHOTS NO SON MÍOS SON SACADOS DE TUMBLR ; de todas formas las que yo no halla hecho le daré el reconocimiento al creador :)
También habra fotos de cada personaje al principio o al final de el "capitulo".
Fecha de comienzo: 12 de marzo de 2024...
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♡Next time.
LORENZO era tu maldito hermanastro.
Era insufrible. Era un desastre, un desastre y un grano en el culo. Te robaba tus cosas sin motivo, juzgaba la decoración de tu dormitorio como si la suya fuera mejor, flirteaba con tus amigas cuando venían a casa. Lorenzo Berkshire era insoportable.
Pero, sin embargo, allí estabas tú, con sus manos sujetándote las caderas con la misma fuerza con la que te machacaba mientras tus padres estaban de luna de miel. Tenía el pecho apretado contra tu espalda arqueada, los labios rozándote el lóbulo de la oreja mientras te susurraba las cosas más desagradables que jamás habías oído, y su pelvis golpeándote el culo y haciendo que la carne se sacudiera con cada embestida.
"Joder... Tu coño está tan apretado para tu hermanastro que da asco". Dijo, riéndose burlonamente mientras golpeaba tus caderas contra las tuyas, su polla golpeando tu punto sensible y haciendo que tus paredes internas se estremecieran alrededor de su virilidad.
"¡Mierda!" Maldijiste, tus ojos casi rodando a la parte posterior de tu cabeza mientras tus nudillos se volvían blancos de sostener el mostrador de la cocina para equilibrarte. "Cállate... Tú fuiste el que empezó a moler tu... ¡Oh, Enzo!"
Gimoteaste con fuerza, empujando el culo hacia atrás para recibir sus embestidas a medio camino. Sonidos eróticos y desagradables salieron de tus labios mientras te apretabas con fuerza alrededor de su palpitante longitud. Lorenzo dejó escapar un suave gemido de entre sus labios hasta llegar a tu oído.
"Mmm, maldición... Si tu mamá y mi papá nos vieran así... Mi polla grande y gorda intimidando en tu pequeño y apretado coño, tu coño apretando mi polla tan bien". Te susurró al oído, y tú hiciste todo lo posible por no pensar en ello. "¿Qué pensaría tu madre después de todo?"
No podías evitar gemir ante sus palabras, la forma cruda y sucia que utilizaba para describir la escena erótica que estaba sucediendo justo delante de tus ojos, te volvía jodidamente loca. Era tan sucio e incorrecto, pero se sentía tan bien y correcto de alguna manera.
Era un pecado.
Pero no podías preocuparte por eso, no, no podías preocuparte por nada mientras la polla de tu hermanastro golpeaba el punto esponjoso en lo más profundo de tu ser. Estabas tan borracha que podías sentir cada vena, cada contracción, todo de él.
"Date la vuelta". Habló de repente, sus manos subieron para tocarte los pechos, acariciándote los pezones y haciendo que tu piel se estremeciera.
"¿Qué?" murmuraste, dejando escapar un leve suspiro al sentir sus dedos callosos tirando de tus pezones enrojecidos.
"Me has oído. Date la vuelta". Lorenzo se repitió tirando de ti para girarte de modo que estuvieras frente a él. "Salta, vamos". Dijo entonces, sus manos agarrando firmemente tus muslos una vez que hiciste lo que te decía.
Alineó su polla contra tu agujero antes de hundirse en tu cálido y acogedor coño una vez más. Tus gemidos se hicieron más fuertes, tus ojos se cerraron, tu espalda se arqueó contra él, tus tetas rebotaban a cada empujón de sus caderas.
"¡Joder, ah!" Exhalaste, con los brazos alrededor de su cuello y las piernas enredadas en su cintura. "¡Joder, joder, joder, por favor!" Casi gritaste, sintiendo que se acercaba tu clímax.
"No lo hagas". Enzo te dio una palmada en el muslo, haciendo que abrieras los ojos rápidamente mientras un jadeo salía de tus labios. "Vamos nena, sé que puedes aguantar. ¿Por favor?" Sonrió satisfecho una vez que asentiste, su boca encontró consuelo en tu pecho mientras empezaba a dejar besos con la boca abierta sobre tu suave y sedosa piel.
Lorenzo continuó sus embestidas en tu delicado núcleo, murmurando tu nombre como un mantra mientras sentía llegar su propio orgasmo. Gruñó con fuerza, mordiendo la carne de tu teta y chupando la marca.
"Oh, Dios... ¡Oh, Enzo!" Jadeaste, aspirando un fuerte suspiro antes de que tus dedos agarraran con fuerza su cuero cabelludo, tirando de sus rizos y haciendo que un gemido provocado saliera de tus labios.
Enzo soltó tu piel con un chasquido, su boca se abrió para hablar pero en su lugar salió un gruñido. "Vamos, guapa. Ugh-" Gimió, moviendo su cara hacia tu cuello para acribillarlo a besos, picoteando tus labios rápidamente antes de que su cabeza cayera hacia atrás. "Cum para mí."
El agarre de Enzo sobre ti se suavizó, dejándote sentada sobre la encimera de la cocina y sacándote lentamente de tu agujero. Los dos soltásteis un suspiro, tus manos se soltaron de su pelo mientras tu cabeza caía sobre su hombro, tu cara escondida en el pliegue de su cuello.
"Lo has hecho muy bien, hermanita. Estabas tan guapa mientras te cubría las paredes de blanco con mi semen". Tu hermanastro rió por lo bajo, enroscando un mechón de tu pelo en su dedo índice. "La próxima vez serás tú la que mande, ¿eh? ¿Qué te parece, nena?".
