Estaba por tomar mi último sorbo de chocolate cuando un grupo de 4 personas entraron al café y llamaron mi atención ¿Por que? Porque estos llevaban consigo el distintivo carnet de CP News.

Retrase un poco el fin de mi taza de chocolate caliente para analizarlos, estaba segura de que mi mirada era muy disimulada, sin embargo después de unos minutos unos ojos casi desafiantes, sin razón alguna conectaron con los míos, casi reclamando por mi descarada acción de observarlos; instintivamente los esquivé, llevándome la taza a mis labios. Tomando lo poco que quedaba.

Me puse de pie colgando mi bolso sobre mi hombro con la intención de ir pagar lo que había consumido. Iba de camino al mostrador rebuscando mi billetera cuando una estela de un aroma varonil sutil pero con mucha presencia se hizo notar. Alce mi vista, y mis ojos se encontraron nuevamente con el chico de antes. Alto, pero no tan alto como para tener que alzar tanto mi cabeza. La altura justa para ver su carnet que enmarcaba el nombre de Ethan Reed.

Esperaba que dijera algo. Quizá preguntaría porque les miraba, y yo no tenía una respuesta que no fuera menos estúpida que un "Me hace ilusión ver sus carnets porque quiero ser reportera". No era orgullosa, pero lo de ser fanática no iba conmigo.

—Esto es tuyo— dijo y seguido se inclinó un poco para recoger del suelo mi bálsamo de labios. Y para mi suerte no sostuvo mi mirada ni un segundo más. Yo solo estaba sobre pensando las cosas.

—Gracias— dije tomándolo de sus manos, no había puesto atención al momento en que se cayó de mi bolso. El chico se giró hacia la mujer de la caja, mientras yo estaba detrás de él esperando por mi turno.

¿Lograría estar entre ellos? Me pregunté viendo de reojo con anhelo la mesa en la que se encontraban los demás.

Ya había tenido la famosa crisis de los veinte, pero nada advierte cuánto dura, y hasta ahora no hacía más que reparar en cosas por las que quizá todo el mundo pasa, pero que a mi me pesaban cada vez que ponía mi cabeza sobre la almohada.

Algo vibró a mi costado, saqué mi teléfono para descubrir una llamada de "Mamá", lo pensé unos segundos y luego la silencié , no me molestaban sus llamadas, al contrario, ya estaba acostumbrada a recibirlas al final de cada dia desde que me mude, sin embargo si era cierto que su optimismo en momentos como estos solo me hacían pensar mucho más las cosas. No quería ilusionarme.

-

Pasaron unos cuantos días después de haber dejado mi CV[2] en CP News. Aún tenía dudas de si había colocado bien toda la información, pero no era momento de dudar, el plazo para recepción de documentos había terminado, y solo me había quedado esperar.

Trate de despejar mi mente durante estos días, aunque innegablemente la ansiedad de esperar era muy grande.

Eran casi las 9:00am,  le había aceptado la llamada a mi mamá, y después contestar con un "bien", "si" y "esta bien"a todas sus preguntas que parecía haber escrito en una larga lista solo para saber si me encontraba bien, si había estado comiendo, y repetirme las cosas que tengo que hacer, me estaba contando los planes para la fiesta que había estado planeando con mi familia por mi graduación y la de mi primo que se había estado aplazando por unos meses.

Estaba escuchándola en alta voz mientras le ponía mermelada a mis tostadas, cuando otra llamada se marcó en la pantalla de mi celular, un número desconocido. Arrugue mi frente por un segundo, pero luego corrí a alcanzarlo.

—Espera mamá, me está entrando otra llamada importante, te amoo— dije antes de cancelar y aceptar la llamada entrante. Por un momento había olvidado que estaba esperando que llamaran para alguna entrevista.

Reportando Otra Vez ©Where stories live. Discover now