Un Típico Juego

Capítulo 2.- "Mi imbécil"

Toda la maña, Luke estuvo cerca de mi. Al presentarselo a Lucy, tenía la misma reacción que Carly. En cambio, Jade tenía una parecida, solo que sin saber que con él puedo alejar mis pensamiento de Gabe. Aún no me parecía buena idea. Tengo varios motivos, y algunos serían como que no me puedo enamorar de alguien y olvidar a otro de la noche a la mañana. Tal vez digan que no, pero eso es IM-PO-SI-BLE.

Mi nuevo amigo, si es que lo puedo llamar de esa forma, se ofreció para llevarme a mi casa. Como Gabe tenía entrenamiento de basket y mis amigas prácticamente me obligaron a aceptar, pues lo hice. Luke me sonrió y jaló de mi mano, obviamente sin llegar a ser brusco, y pasamos por todo el estacionamiento hasta que paramos casi en la entrada de este.

- ¿Y dónde está?-pregunté descansando de nuestra rápida caminata.

- Ahí.-señaló hacia delante y en serio, por poco me arrepiento de decirle que si.

Oh, no. Cloe Blake, en moto. Esto sería MUY peligroso. Perfecto, ir en una motocicleta, con un chico que conozco hace apenas siete horas, y que posiblemente sea un pervertido violador.

- ¿I-iremos en moto?-pregunté insegura. De verdad deseaba que me dijera que esta bromeando.

- Sí.-contestó conteniendo una carcajada.

- Okay. Podré hacerlo.

- ¿Nunca te has subido a una?

- No es eso. Sino que mi experiencia no fue tan linda.

Me miró preocupado.

- ¿En serio? Si quieres le pido a mi hermano que me preste su carro y yo le dejo la moto.

Oh, no, otra vez. Mi experiencia en el auto de Christian fue mucho peor que la de la motocicleta.

- No, no. Esta bien, tarde o temprano tendría que superarlo. Ahora veo que fue más temprano de lo que había previsto.

Sonrió y me dió un casco.

- Toma, así te sentirás más segura.

- ¡Gracias!-dije aliviada.

Dos minutos mas tarde, me di cuenta de que el casco no ayudaba tanto como creí. Como sea, mi casa no estaba tan lejos, y por lo único que rezaba era para llegar lo más rápido posible. No había prestado atención a la posición en que me encontraba, hasta que Luke habló y abrí lo ojos para observar que lo tenía abrazado de la cintura. Más que abrazarlo, lo estaba asfixiando.

- Perdón, me puse más nerviosa de lo que pensé.

Lo solté y una incontenible sonrisa se formó en su rostro.

- No es ni nuestra primera cita, pero aún así me pareció genial.-dijo y me ayudó a descender del vehículo.- Incluso, hasta te sonrojaste.

Abrí los ojos en grande y me vi al espejo de la moto. ¡Dios Santo! Era un jitomate. Tapé mi cara y respiré. Este viaje me pareció infinito.

- Descubrete la cara, me encanta ver tu lindo rostro.

Bajó mis manos y mis mejillas ardían más. No se si era buena o mala señal. Solamente me ruborizo cuando un chico que me gusta me dice un cumplido. Entonces, eso significaba que Luke me empezaba a gustar. ¿Debería estar preocupada, o feliz?

- Basta, harás que mi cara reviente en este momento.

- Todo el día ha estado así, y no veo señales de que vaya a reventar.

¡¿Todo el día?! Tragame tierra.

Nunca me sonrojé con halagos de Christian, ni de ninguno de sus demás perros.