Capítulo 27

3 1 0
                                    

Capítulo 27

—Papá, necesito hablar un asunto contigo —dijo Black en tono serio.

Ambos se sentaron uno en frente del otro y mirándose fijamente al rostro. Black no estaba nervioso, no le sudaban las manos y parecía estar relajado como si nada estuviera ocurriendo. Primero le mostró las cartas, les hablo de ellas y el señor Lee solo asentía con la cabeza sin hacer preguntas. Segundo le dijo si sabía algo sobre un hermano suyo, y trato de aparentar normalidad. El padre de éste, no decía nada, la pregunta lo tomo como sorpresa y no tenía absolutamente nada que decir—. Necesito que me digas la verdad, papá. Sabes que detesto los secretos. Prometo no juzgarte ni nada.

—De acuerdo —contestó el señor Lee—. Había desaparecido y no sabíamos con exactitud dónde estaba. Tu madre se notaba angustiada y sentía que no podía con todo el peso. Yo había decidido quedarme con ella todo el tiempo posible para que tú no estuvieras solo sin un padre, pero las mentiras y los engaños por parte de ambos se hacía cada vez más frecuente y me quise alejar. No era mi intención hacerle ningún tipo de daño, pero no soportaba sus quejas matutinas y la forma en cómo despreciaba cuando la abrazaba. Me fui a New York en busca de respuestas, necesitaba saber donde estaba mi otro hijo y cuando lo consiguiera quizás tu madre me podía perdonar. Le tuve que mentir, fingiendo por supuesto, que estaba saliendo con alguien más, pero no era así. Nunca salí con nadie. La única mujer que ame de verdad fue a tu madre. Quizás cuando viniste conmigo a vivir, pensaste muchas cosas, pero no fue así como ocurrió exactamente —hizo una pausa limpiándose las lágrimas—. Fue difícil conseguirlo, cada vez me aferraba la idea de tenerlos a ambos como familia, pero no ocurrió así. Entre los malentendidos que tuve y las peleas con tus abuelos, fue que decidí hacer mi vida fuera de ustedes dos para no caer en la locura. Me deprimí tanto que todos los días amanecía borracho en mi casa. Cambio mi vida cuando recibo una llamada por parte de los oficiales, indicándome que tu madre había fallecido, supe que debía estar contigo y recibir un perdón de tu parte. No era justo todo lo que sufriste y aparte ya era demasiado tarde para las mentiras.

— ¿Cuándo escribió esas cartas? —preguntó Black.

—El día en que nos reconciliamos nuevamente. Ella me perdono por haberla maltratado verbal, nunca llegue a hacerle daño en si. Solo eran ideas superficiales que te metimos en la cabeza para que no sospecharas nada. Las que son dirigidas hacia mi persona, nunca supe en que momento las escribió, pero sí recuerdo que las tuyas fue en ese momento.

— ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué lo ocultaste tanto tiempo?

—Te ibas a ir de la casa y tu madre estaría sola. Debías estar con ella.

—Pero debieron decírmelo. De todos modos no me podía ir, ya que no sabía dónde estaba.

—Black, sé que es fuerte pero en ese momento no podíamos pensar con claridad y dimos el tema concluido. Ya no se podía hacer mas nada y todo estaba perdido.

—Ahora todo es diferente. No podemos dejar que se quede por ahí, debe vivir con nosotros. Hay que explicarle absolutamente todo como lo hiciste conmigo y que él también nos diga que fue lo que pasó en su infancia. No me voy a quedar tranquilo hasta que ese bastardo haya tenido su merecido.

—Cuando sea el momento nos enfrentaremos al sujeto, Black. No podemos tomar decisiones y sabes que ahora tengo que lidiar con todo esto.

—Es tu culpa. Debes arreglarlo.

—Lo sé y lo asumo. Pero solo debemos esperar un poco más.

—De todos modos no harán nada como siempre. Igual quiero golpearlo al menos y lanzarlo de un sexto piso. No me mires así, sabes que es la verdad, no puedo estar tranquilo pensando en ese infeliz. Por culpa de él es que estamos como estamos.

Black & Sam © (BORRADOR)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora