Capitulo 5

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Ella salió sigilosamente del palacio celestial, convencida de que nadie la había visto partir. Sin embargo, su idea resultó ser errónea cuando un guardia del palacio la descubrió, con la espada en la mano. El quedó perplejo, sin poder creer que la diosa fuera capaz de robar algo. Su rostro reflejaba incredulidad y sus ojos se abrieron de par en par, mostrando su sorpresa y confusión. Sabía que tenía que informar de inmediato al dios de la guerra sobre lo sucedido.

Con determinación, el guardia se apresuró a dirigirse al santuario del general Wang . Cada paso era urgente, consciente de la importancia de su mensaje. Su mente se llenó de preguntas y preocupaciones sobre cómo la diosa había llegado a esa situación y qué significaba para el reino celestial. Sus cejas se fruncieron y su mirada se mantuvo fija en el camino, mostrando su determinación.

El general  se sorprendió al escuchar lo que decía el guardia, no podía creerlo. Sus ojos mostraron incredulidad y su ceño se frunció aún más, reflejando su sorpresa y confusión. Sabía muy bien que esa espada había sido robada. Con determinación, ordenó a todos los guardias que lo acompañaran al palacio. Su voz reflejaba su determinación y autoridad.

Mientras tanto, la diosa regresó al palacio de las mil lunas. A medida que caminaba por los pasillos, podía sentir la tensión en el aire. Los custodios la miraban con cautela y susurros se extendían por el lugar.
Sabía que pronto sería confrontada por sus acciones y tendría que enfrentar las consecuencias. Su mirada se mantuvo firme y su postura reflejaba su determinación, a pesar de la creciente ansiedad en su interior.

Finalmente, llegó al salón principal donde vio al rey demonio sentado en su trono demoníaco. Él se quedó perplejo cuando la vio llegar con la espada en la mano. Sus cejas se fruncieron y sus ojos mostraron incredulidad, pensando que era una trampa y que ella intentaría escapar. Se levantó de su trono demoníaco y puso las manos detrás de su espalda mientras caminaba hacia ella, transmitiendo una actitud cautelosa.

La diosa estaba a punto de entregarle la espada cuando, de repente, entraron los guardias del palacio y el dios de la guerra. La tensión en la sala  se intensificó mientras los guardias rodeaban a la diosa y al rey.
El héroe miró a la diosa con una mirada penetrante, sus ojos mostraban sorpresa y su ceño se frunció aún más, reflejando su sorpresa y confusión.

—¡Detengan todo!—, exclamó el dios de la guerra. —Nadie toque esa espada hasta que se aclare esta situación. Su voz resonó en la sala, transmitiendo su autoridad y determinación.

Ella  se quedó en silencio, sintiendo la mirada de todos sobre ella. Sabía que debía explicar lo que había sucedido y enfrentar las consecuencias de sus acciones. Respiró hondo y exhaló antes de responder, su tono reflejaba un sentimiento de enfrentamiento y desafío.

—General Wang, ¿qué hace aquí?—, preguntó la diosa, su voz reflejaba su determinación y desafío.

El  frunció el ceño, sorprendido por la respuesta de la diosa. Sus ojos mostraron incredulidad y su voz reflejaba su sorpresa.

Wang Jie confundido por las palabras de la diosa. Sus ojos mostraron incredulidad y su voz reflejaba su sorpresa y confusión.

—¿Qué te sucede? No eres así, te conozco tan bien. Hemos sido amigos desde que éramos pequeños. Si estás bajo un hechizo y no puedo soportar verte así. No te preocupes, haré todo lo posible por deshacerlo y devolverte a la persona maravillosa que siempre has sido

—¿Acaso esto es una trampa, pequeña diosa?— preguntó el rey en un susurro, con una mirada penetrante que revelaba su inteligencia y sospechas. Aunque la diosa lo alcanzó a escuchar, decidió mantener su fachada amable y negó con la cabeza antes de responder con cautela

—No, su majestad, esto no es una trampa. Comprendo sus dudas y sospechas, pero le aseguro que no tengo intenciones maliciosas. Estoy aquí por propia voluntad, aunque pueda parecer difícil de creer.

La diosa mantuvo su mirada serena, pero en su interior, su corazón latía con nerviosismo. Sabía que el rey  era astuto y no se dejaría engañar fácilmente. Sin embargo, estaba decidida a cumplir su misión y ganarse su confianza.

El rey observó detenidamente a la diosa evaluando cada palabra y gesto.
Sus sospechas aún persistían,

La sala quedó en silencio mientras todos procesaban esta revelación. La diosa y el rey demonio compartían una conexión que nadie más podía entender.

Wang Jie miró fijamente a la diosa, sus ojos llenos de incredulidad y dolor. No podía entender cómo alguien que siempre había estado del lado de la luz ahora se encontraba junto al rey demonio. Sus pensamientos se agolpaban en su mente, luchando por encontrar una explicación lógica para esta traición aparente.

La diosa, consciente del impacto que sus palabras estaban teniendo en Wang Jie, respiró hondo antes de continuar..

—General Wang, entiendo que esto pueda ser difícil de aceptar.

Wang Jie frunció el ceño, sus ojos buscando respuestas en el rostro de la diosa.

—Pero, ¿cómo puedes confiar en él? ¿Cómo puedes estar segura de que no te está manipulando?—, preguntó con una mezcla de preocupación y desesperación.

Ella  bajó la mirada por un momento, sintiendo el peso de las dudas y las incertidumbres.

—No puedo negar que he tenido mis dudas y miedos—, admitió con sinceridad.

Wang Jie se acercó lentamente a la diosa, sus ojos buscando la sinceridad en los de ella.

—Pero, ¿qué hay de nosotros? ¿Qué hay de nuestra conexión, de los lazos que hemos forjado a lo largo de los años?—, preguntó con voz entrecortada, su corazón lleno de confusión y dolor.

Ella  levantó la mirada hacia Wang Jie,
y  respondió con una sonrisa fingida
—Nuestra conexión ya no existe,
¿no se da cuenta? Ahora estoy del lado del dios demonio

El rey demonio clavó su penetrante mirada en la diosa, su rostro frío y arrogante reflejando su desconfianza. Las palabras de la diosa resonaron en su mente, provocando un torbellino de dudas y sospechas.
¿Podía confiar en que ella estaba realmente de su lado? ¿O era todo parte de una elaborada trampa.

Las preguntas se agolparon en la mente del rey demonio, mientras intentaba encontrar respuestas a sus sospechas. ¿Por qué la diosa estaba a punto de entregarle la espada del abismo? ¿Era posible que hubiera un plan más complejo en juego?

Amor y Redención Where stories live. Discover now