—Necesitaba pasarle un mensaje, por eso el beso.

—No hablaba del beso. —Max no cede—. Hablo de cómo lo miras.

—¿Y cómo lo miro, anciano?

—Como si fuera tu todo. —Debería negarlo—. Lo miras como si pudiera bajarte las mismas estrellas.

Si bien, Eiji definitivamente es un amigo importante y sería ridículo mentirse a esas alturas, no resulta tan relevante como para llamarlo "su todo", Ash se aprieta el pecho intentando que el corazón no se le rompa como se le está rompiendo por sus propios pensamientos, ¿será tarado? Inclusive si tuviera éxito y matara a Dino, saboteara lo que planea con el banana fish, protegiera a sus seres amados por una especie de milagro divino, Eiji se iría, tiene una familia que lo ama, una carrera, una historia para retomar en donde seguramente Ash será un mal recuerdo.

Ash lo sabe, realmente lo sabe.

Pero las cosas se sienten...felices cuando lo tiene cerca, puede luchar contra la mafia, puede soportar violación tras violación, puede matar, puede resistir, puede ir al infierno ida y vuelta y todo dará igual mientras lo tenga a su lado, eso es lo único que vale la pena, sin duda la existencia del conejo terco ha cambiado la perspectiva que tiene de la vida, porque Eiji tenía razón cuando lo confrontó por esos viejos mecanismos defensivos, es una mentalidad tóxica, involuntaria, intrusiva y aun así, Ash intenta trabajarla para hacerle bien, mierda, en serio lo ha cambiado, pero Eiji, Eiji es su libertad y esperanza.

—Ya no me interesa coquetearte. —Así que se rinde, no quiere hablar más del tema—. Puedes estar tranquilo, no intentaré asaltarte en la noche o algo así.

—Eso no me preocupa. —Max es amable—. Pero me cuesta entender por qué lo haces.

—Porque no tengo otra alternativa.

—Siempre tienes otra alternativa, mocoso.

—Es fácil para ti decirlo. —Ash aprieta la boca, no quiere romper en llanto, nunca llora, menos frente a otros—. Tú eres quién sostiene el arma en todo esto, por eso lo hago, incluso si es contra mi propia cabeza voy a ser quién apriete el gatillo, no alguien más, nunca les daré la satisfacción de someterme.

—Mocoso... —Max no sabe poner el tema—. ¿Estás bien luego de lo que pasó con Garvey? No quería decirte nada para no incomodarte, pero se veía muy feo.

—Estoy bien. —Miente—. De maravilla, ya no me afecta el sexo.

—Ash.

—Hablo en serio.

Si bien, Ash puede estar insensibilizado al sexo (incluso disociado) lo que le permite usarlo como una carta bajo la manga, eso no significa que le agrade hacerlo, al contrario odia cada puto segundo pese a que debería estar acostumbrado, no es tonto, aprendió a usarlo para obtener lo que necesita y por eso siempre tiene un plan que lo acompaña cuando seduce, al final, venderse lo mantuvo vivo, ¿pero cómo eso podía ser justo? Simple, no lo era, de ahí empezó a manipular a los demás, a enrollarlos al borde de sus dedos y moverlos como peones, se justificaba, si ellos lo lastimaban estaba bien que él los pudiera lastimar de regreso.

Ugh, supone que debería entender a Yut-Lung en este sentido ya que alguna vez fue él, si Shorter no hubiera insistido en ser amigos y no se hubiera esforzado por mostrarle otra forma, habría sido igual.

—Sinceramente no hablaré del tema, menos contigo. —Se alza—. Si viniste a restregarme en mi cara mis debilidades, felicidades, lo hiciste, humillas a un mocoso de 18 años.

—Banana fish. —Pero Max no le da chance—. Eres un sujeto de prueba ¿no es verdad?

—¿Cómo...?

Taming the lynx [Omegacember 2023].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora