Su madre siendo directa, ChanYeol a modo de defensa siendo grosero, ambos peleándose, porque vaya que su mamá estaba enferma, pero era toda una fiera cuando se lo proponía.

Ni bien concluyó la reunión, fue por un taxi para llegar rápido a su casa, se estaba quedando sin pellejos en los dedos por la ansiedad y la espera, ese taxi parecía hacer todos menos avanzar. Al llegar a su casa, se quedó con la boca abierta y sin palabras por lo que sus ojos veían al abrir la puerta de su casa.

Buscó con la mirada a su madre para que le diera una buena explicación, pero ella lucía orgullosa, demasiado para su gusto. Mientras que ChanYeol le dio una leve sonrisa como si le dijera que todo estaba todo bien, pero sin duda no lo estaba.

—¡Mamá! —le gritó alarmado y lanzó su mochila en alguna parte de su pequeña sala—. ¡ChanYeol es nuestro invitado, no puedes hacer que haga esto!

—Esto es serio, hijo —declaró con firmeza y BaekHyun pensó que tal vez ChanYeol dijo algo que no debía. Esto era lo que su madre le hacía como castigo cuando se portaba mal en sus años más tiernos.

¿Qué hizo? ¿Qué le dijo? Su madre no dudaría en darle la regañada de su vida si se enteraba cómo se conocieron. Era capaz de todo. Lo más esperado era que lo botara a escobazos ¿Le dijo que al poco tiempo se acostaron? Eso también la haría enojar ¿O le dijo que le faltó el respeto a su santa casa y le hizo un striptease?

No... si fuera así, ChanYeol ni estaría aquí y su madre, sin duda, no actuaría tan tranquila y él no se mantendría en una sola pieza.

—¿Por qué? —insistió. Su madre bufó aún con sus brazos cruzados, observando que ChanYeol no cometiera ningún error mientras seguía mezclando.

—Porque no puede haber ningún coreano en la faz de la tierra que no sepa cómo hacer kimchi —dictaminó con seriedad. «Eso es algo extremista», pensó BaekHyun, ya que estaba seguro de que ChanYeol jamás había hecho kimchi y también sabía que no tenía la intención de aprender a hacerlo—. No en mi guardia.

—No es cien por ciento coreano —lo defendió, escuchando una risa burlesca de su progenitora. Qué vergüenza, no se supone que su reencuentro fuera así, sino algo romántico de inicio a fin.

—No me importa, incluso si es uno por ciento coreano él debe saber cómo hacer Kimchi.

—Pero...

—No te preocupes, Baek —intervino ChanYeol de lo más calmado, como si lo dicho por su madre tuviera fundamento alguno—. Estoy divirtiéndome. Nunca he tenido la oportunidad de involucrarme mucho con la cultura coreana, mi padre no tuvo la iniciativa ni las ganas, pero acabo de aprender mucho de tu madre.

—Es una vergüenza que no supieras lo básico —dijo la mujer con un claro gesto de desaprobación en su rostro—. Aún no he terminado contigo —le advirtió.

ChanYeol asintió hasta que la mujer se fue del lugar para poder reírse a gusto.

—Tu madre sí es que algo, ¿no? —dijo mientras seguía haciendo el kimchi—. Me recuerda a ti.

—Ella te odia.

ChanYeol no lució impresionado y eso descolocó a BaekHyun.

¿Qué demonios había pasado cuando él no estuvo presente?

—Lo sé. Cuando te fuiste lo primero que me dijo fue que yo no era lo que esperaba para su hijito adorado —lo último lo dijo burlándose, BaekHyun hizo un puchero. No era un secreto que era un consentido y estaba sobreprotegido por su madre—. Me dio sus razones, pero debo admitir que, para no ser el yerno de sus sueños, ha sido madura al respecto y hemos hablado.

Dulce Tentación ➳ ChanBaekWhere stories live. Discover now