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— Xime, ya vine — entró Eddy a su casa, los colores grisáceos del lugar eran algo que hacía resaltar los colores brillantes de las decoraciones, objetos o muebles de Eddy. El escritor creía que estaba su hermana o alguno de sus padres, sin embargo solo estaba su sobrinita.

— mamá no está, se fué a trabajar y va a regresar hasta mañana, creo — dijo la pequeña. Ella tenía los ojos parecidos a los de su mamá, la nariz de su papá y en si lo demás era una mezcla de ambos. Muchas personas decían que parecía más hija de Eddy que de su padre mismo.

—Bueno, no importa. ¿Dejó la cena o tengo que prepararla yo?

—No lo sé

—Bien entonces ¡Vamos a revisar la cocina! — dijo el mayor con un toque divertido mientras la niña lo seguía sin gracia alguna.

Jessi estaba un poco harta de ser vista como la niña pequeña. A pesar de tener solo doce años, ella ya se creía capaz de muchas cosas en la vida propia. Y Eddy solo creía que era una niña pequeña que necesitaba ser cuidada y tratada como tal.

Por ello no le caía bien a Jessi.

— Pues si, — hablaba asomándose en la estufa — dejó el espagueti, unas milanesas y... Creo que nada más — se paró y buscó platos — ¿Quieres comer?

— No — respondió seca — me voy a mi cuarto.— y salió de la cocina.

— Pero...

—Gracias tío, — gritó desde fuera de la cocina, camino a su habitación — pero no quiero — entró a su cuarto y cerró la puerta.

— E-está bien...

La mayoría de veces que le invitaba a comer, Jessi se alejaba de su tío, pero cuando llegaba su papá brincaba de la emoción. A pesar de que no le quería de la misma manera que la quiere Eddy, siendo más frío con ella. El chico piel canela trataba de buscar la manera de que la chica no sea tan culera con él, pero llegó un momento en el que ya no lo intentaba tanto.

La carta que había recibido de las manos de Ricky tenía las obras que fueron aceptadas: dos de sus cuentos y su libro de poemas. Él escribía mucho acerca de sus recuerdos, de sus sueños y de aquellas imágenes que no sabía de dónde salían.

Ricky quemado, él curando su mano con solo tocarlo y un beso. El beso que siente real cada vez que lo piensa, recuerda, o sabrá Dios si es un pensamiento, un recuerdo, un déjà vu o algo parecido.

Recuerdos que llegaron cuando... Pedro... Y su novio...

Recuerdos que van desapareciendo poco a poco.

Recuerdos que no importan más.

Pero a pesar de querer olvidar ese pasado, todo lo que pasó y las estúpidas justificaciones de los mismos, Ricky le recordaba todo aquello por lo que pasó, todo lo que sufrió y todo lo que causó impacto en su vida. Escalofríos al mirar y recordar a aquel que confundió con Ricky, aquel que también amó.

Pero no podía hacer más, tan solo seguir, tratando de olvidar. Buscando eliminar ese sentimiento que le recorre diariamente al despertarse. Pero no lo haría tan fácil, no podría.

Tratando de hayar una salida de la oscuridad de su pasado, encontró la forma de poder vivir sufriendo. Pero pronto se acabarían esas tristezas.

.•°°•.

— Buenos días — saludó Eddy al entrar a la oficina, y como si conociera su voz desde hace años, Ricardo se paró de dónde estaba, tratando de ver si sí era quien creía que era.

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⏰ Letzte Aktualisierung: Dec 18, 2023 ⏰

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Ya no sé Quien SoyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt