—¡Ay! No seas tan brusco. —Es un histriónico sádico—. ¿No ves que soy un omega? Soy la casta más indefensa.

—Lo veo. —Ash emana feromonas, se cansó de este baile—. Haré que te sometas, debí empezar por ahí.

—Qué adorable. —Yut-Lung baja la mirada con una oscuridad diferente—. Crees que puedes ganarle a una serpiente en esto, buena suerte. —Y de repente, un dulzor insoportable llena el departamento.

Ocurre en segundos, se siente como si hubieran tirado una bomba de humo, Ash retrocede pasmado por la capa de feromonas, de pronto, le cuesta inhalar y se concibe afiebrado, su espiración comienza a sentirse errática, no puede respirar se siente asfixiado, cae al piso, suelta el arma, le pica la garganta y tiene ganas de sacarse la piel, Ash conoce esta sensación desde que es niño, a los clientes al parecer no les gusta que sus víctimas pongan resistencia física y por eso, los drogaban para que fueran dóciles y buenos, el estímulo resulta tan retraumatizante que teme estar metido de nuevo en un grotesco cuarto con un viejo cincuentón.

—¿Q-Qué me hiciste? —Se siente pequeño, muy pequeño, debe abrazarse a sí mismo, todo está en su mente y lo sabe, no puede mostrarse así de vulnerable ante el enemigo.

—¿Yo? —Pero es un niño y tiene enfrente a un alfa, va a morderlo—. No hice nada más que inducirte el celo.

—Oh. —Ash ríe—. Por eso. —Por eso estoy viendo lo que veo—. Podría atacarte, aún eres un omega.

—Anda. —El bastardo está loco—. Atácame, me honra que me quieras dar un hijo.

—¡En serio eres...!

—¿Qué? ¿Quieres que suelte aún más feromonas? ¡Con gusto! —Ash va a vomitar por los recuerdos.

Ash odia sus celos porque siempre son esto.

Así que se encierra en el baño para que Yut-Lung no lo vea, pero es muy tarde, le indujo el rut a pesar de que sus feromonas le resultaron repulsivas, él no puede hacer nada más que mirar y experimentar una y otra vez muchas de sus violaciones de niño, algunos de omegas, otros de alfas, hasta betas, su dueño le solía decir que todos tenían necesidades ¿verdad? Y él las debía satisfacer.

Por ende, Ash se apoya contra la pared del baño, se queda con la mirada clavada y cristalizada y deja que suceda, se queda calladito y quietecito permitiendo que lo destrocen sin poderse salvar otra vez.

Griff por favor, ayúdame.

🐾

El momento pasa como una lágrima desbordante. Plic. Plic. Plac. Ash enfoca los jades sobre la novela que tiene encima de su regazo, sus dedos repasan las rugosidades de la tapa dura, el olor a humedad todavía se desprende de sus páginas, la historia le resulta sumamente ingeniosa al relatar los últimos momentos de Harry quién al haber sido gravemente herido se encuentra delirante, las descripciones acerca de su pasado son viscerales al igual que la metáfora del leopardo, sonríe, asume que desglosa muchos paralelismos con Harry quién queda congelado en su carcasa mientras su esposa (Helen) se esfuerza por mantenerlo vivo a la espera de ayuda, se cuestiona si las cosas habrían sido distintas si hubiera tenido a una Helen en su vida.

Excepto que la tiene.

¿Eh? Me importas porque somos amigos, Ash.

Sí.

¡Y está al borde de la muerte por este maldito desquiciado!

—Voy a matarlo. —Ash tira el libro, se cansó de esa farsa diplomática—. Shorter, tengo muchas ganas de matarlo, hablo en serio.

Taming the lynx [Omegacember 2023].Where stories live. Discover now