Lee Yeong-ro, la hermana pequeña de Cheong-san, por sus altos conocimientos la subieron a su grado, es la vicepresidenta del salón pero realmente le daba igual, solo le asignaron el cargo.
Lee Su-hyeok lleva enamorado de Yeong-ro desde que era un ni...
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Su-hyeok había sido citado al despacho de la Señorita Park por alguna razón que trataba de adivinar.
Cuando llegó toco la puerta y cuando le dijeron que abriera se quedó de piedra.
En las dos sillas para las visitas estaba Yeong-ro y volteó a verlo.
El corazón de Su-hyeok empezaba a latir demasiado rápido.
—Su-hyeok toma asiento.—le dijo la Señorita Park y este avanzó aún sorprendido.—Su-hyeok.—lo llamó la maestra.—Tus calificaciones han bajado muchísimo más que antes y me preocupa.—dijo la maestra.—Por lo que he decidido que se te asignara una tutora.—dijo la maestra y miró a Yeong-ro.—Si está de acuerdo.—
—¿Yo? ¿Su tutora?—preguntó Yeong-ro señalándose a si misma.
—¿Hay algún problema?—preguntó la maestra.
—No, no, no.—negó Yeong-ro y miró a Su-hyeok.—Solo me sorprendió.—
—¿Serías la tutora de Su-hyeok?—le preguntó la maestra y ambos adolescentes se miraron.
—Claro.—dijo Yeong-ro mirando a la maestra.
—Muy bien, eso era todo.—dijo la maestra despidiéndose de ellos u se fueron.
—¿Vamos a la biblioteca?—w preguntó Yeong-ro mirando a Su-hyeok.—A no ser que tengas algo que hacer...—
—No.—negó Su-hyeok nervioso y esta frunció el ceño.—Quiero decir...Que no tengo nada que hacer.—
—Pues vamos.—le dijo Yeong-ro con una sonrisa y se fueron a la biblioteca.
Se sentaron y Yeong-to no tuvo en cuenta la cercanía con Su-hyeok.
Mientras le explicaba Su-hyeok no podia estar pendiente a la explicación teniendo a Yeong-ro tan cerca.
—Y eso es todo.—terminó Yeong-ro y miró a Su-hyeok acortando la distancia entre ellos.—¿Entendiste?—
Su-hyeok no pudo evitar mirar los labios rosados de Yeong-ro que llevaban gloss transparente con brillos.
—Ah...Sí, sí.—dijo Su-hyeok, obviamente no se había enterado.
Yeong-ro se dio cuenta en ese momento de la distancia que hace entre ambos por lo que se alejó.
—Ammm, por hoy eso es todo.—dijo Yeong-ro recogiendo sus libros.
Mientras ambos recogían sus manos se tocaron y se miraron mutuamente.
Un choque de electricidad recorrió sus cuerpos.
Yeong-ro siguió recogiendo sus cosas y las guardo en su mochila.
—Si necesitas algo puedes...—empezó a decir pero recordó que no tenia su número.—¿Te doy mi número?—le pregunto Yeong-ro.