En la apoteósica noche de un desfile de alta costura en París, Bill Kaulitz, la voz carismática de Tokio Hotel, y Alice Hale, la deslumbrante modelo inglesa, cruzaron caminos bajo el resplandor de los focos y la pasión del mundo del lujo. Bill Kauli...
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Después del "Entiendo" de Bill Kaulitz, quedó un incómodo silencio entre los dos. Alice, se limpió rápidamente las lágrimas y se retiró discretamente de la fiesta. Bill, sintiendo la necesidad de resolver las cosas, intentó detenerla, pero fue en vano. Todos habían llegado juntos en el auto de Tom, y persuadir a Alice para que regresara resultó ser una tarea imposible en ese momento.
Bill decidió buscar a Gustav y Georg. Necesitaba hablar sobre lo sucedido con los chicos.
Se acercó a Gustav, quien estaba hablando con otros chicos . "Gustav, necesito hablar contigo", dijo Bill en tono urgente.
Gustav, notando la seriedad en la expresión de Bill, asintió y se alejó de la conversación. Georg se unió a ellos, anticipando que algo importante estaba sucediendo.
"¿Qué pasó, Bill?", preguntó Georg, preocupado.
Bill suspiró, intentando encontrar las palabras adecuadas. "Alice y yo... hemos tenido una conversación difícil. No sé cómo manejar esto".
Gustav en un tono calmado dijo. "Cuéntanos lo que sucedió".
Bill narró los detalles de la conversación con Alice, sobre la gira, y cómo la incertidumbre sobre el futuro había dejado a ambos en un estado emocional complicado.
"Intenté hablar con ella después, pero se fue llorando. No sé qué hacer ahora", dijo Bill, mirando a Gustav y Georg.
Gustav puso una mano reconfortante en el hombro de Bill. "Se que es difícil, Bill, pero tal vez darle un poco de espacio a Alice sea lo mejor por ahora".
Georg agregó: "No puedes forzar las cosas. Dale tiempo y, cuando ambos estén listos, podrán hablar de nuevo".
Bill asintió, agradeciendo el apoyo de sus amigos. "Sí, tal vez eso sea lo correcto".
A los minutos se acercó Tom Kaulitz en donde estaban Gustav, Georg y Bill. Pero ninguno habló sobre el tema, ya que Tom al parecer venía bastante ebrio y era el único de la banda que había llegado a ese estado por ahora, sólo había venido a insistirle a los chicos de que fueran a divertirse con él.
La noche avanzaba y la fiesta aún continuaba. Después de la conversación con Gustav y Georg, Bill intentó distraerse de sus pensamientos y se fue a beber y a divertir con Tom.
Tom, notablemente más ebrio que el resto, iba por delante hacia la barra. "¡Chicos, necesitamos vivir un poco! ¡Dejen de ser tan aburridos!", exclamó.
Gustav, Georg y Bill lo siguieron, pero el ambiente de la fiesta no lograba quitar la preocupación sobre Bill. Las palabras de Alice resonaban en su cabeza, y la frustración se acumulaba.
A medida que el alcohol fluía, Tom instigaba a los chicos a beber más, mientras lanzaba comentarios irreverentes y frases exageradas. Bill, en un intento de olvidar momentáneamente sus problemas, se dejó llevar.
