En la apoteósica noche de un desfile de alta costura en París, Bill Kaulitz, la voz carismática de Tokio Hotel, y Alice Hale, la deslumbrante modelo inglesa, cruzaron caminos bajo el resplandor de los focos y la pasión del mundo del lujo. Bill Kauli...
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Al día siguiente, tras la intensa fiesta en la mansión de Avril Lavigne, Alice Hale despertó en su espaciosa habitación, decorada con tonos suaves y detalles elegantes. Los rayos del sol se filtraban por las cortinas de seda, creando un ambiente tranquilo.
Después, se dirigió al baño, donde la amplia encimera estaba llena de productos de cuidado de la piel. Mientras realizaba su skincare diario, leía revistas de Vogue y Harper's Bazaar para mantenerse actualizada con las últimas tendencias.
Seguido de su rutina de skincare, fue a desayunar una ensalada de frutas frescas y yogur natural, acompañada de té de Matcha. Posteriormente, se preparó para una entrevista y una sesión de fotos para una reconocida marca de moda de los años 2000, desviando su atención de las tensiones recientes con Bill Kaulitz.
Durante toda la semana, estuvo ocupada con su trabajo.
Mientras tanto, Bill, ajeno a sus ocupaciones diarias, enviaba flores a su casa como un gesto persistente de disculpa y arrepentimiento. Cada día, al regresar a casa, Alice encontraba ramos de flores cuidadosamente dispuestos por los empleados.
En medio del trabajo, Alice halló momentos para reflexionar sobre Bill, sabiendo que era crucial afrontar los problemas con madurez y comprensión.
Optó por llamar a Bill, pero esta vez, no hubo respuesta. "No te preocupes", pensó, y le dejó un mensaje de voz: "Hola, sé que podrías estar ocupado, pero estaba pensando en nosotros y solo quería intentar resolver las cosas. Quiero que sepas que te quiero mucho".
Bill, sin percatarse del mensaje, se encontraba en un avión con la banda rumbo a otro estado para un evento. La notificación llegó más tarde, cuando ya todos dormían.
Al revisar su teléfono, descubrió el mensaje de Alice. Una mezcla de emociones lo embargó mientras escuchaba sus palabras. Con la luz de la pantalla iluminando su rostro, decidió responderle a Alice.
"Hola, Alice. Acabo de escuchar tu mensaje y, sinceramente, me hizo falta. Siento no haber contestado antes, estamos en camino a un evento y las cosas han estado un poco atareadas".
El avión seguía su curso, y Bill continuó su mensaje. "Estamos por aterrizar y probablemente esté ocupado durante la llegada al hotel y el evento, pero apenas tenga un momento, quiero hablar contigo. Necesitamos resolver esto, Alice, y haré lo que sea necesario para que estemos bien, mi amor".
"Me haces falta, y estoy deseando poder escucharte en persona. Cuídate, y hablamos pronto".
Tras enviar el mensaje, Bill guardó el teléfono y se quedó mirando por la ventana del avión pensando.
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