30-Estás demasiado rica

Start from the beginning
                                    

La pegué más a mi, juntando nuestras intimidades y un pequeño gemido salió de sus labios encendiendome por dentro.

La cogí de la cintura dándonos la vuelta y me hice hueco entre sus piernas pegándome a ella mientras la besaba y acariciaba su muslo con una de mis manos.

Quería que fuera perdiendo la vergüenza conmigo, pero no quería presionarla si ella no quería, aunque yo la veía bastante cómoda asique decidí dar un paso más y me acerqué al filo de su pantalón sin apartarme de sus labios.

Fui metiendo la mano poco a poco, pero ella me frenó cogiéndola y separándose de mis labios.

Abrí los ojos pensando que me iba a decir que no quería, pero me miraba con una sonrisa tímida y tenía sus mejilla rojas.

-Si vas a seguir apaga la luz-me pidió tímida y yo sonreí.

-¿Por qué? Yo quiero verte...-Le pedí besando su cuello con una sonrisa.

-Me da vergüenza pablo-me dijo y yo la miré, era demasiado preciosa, no era normal que fuese tan preciosa.

Sonreí y estiré mi brazo apagando la luz para volver a ella y hundirme en su cuello.

-¿Te puedo tocar?-pregunté en su oído.

-Si...-susurró en un suspiro buscando mis labios.

-Sólo relájate, te va a gustar, preciosa-le susurré contra sus labios y ella me correspondió besando mis labios.

Estaba nerviosa y yo lo noté, asique para relajarla empecé a dejar besos por sus labios, cuello, mandíbula, clavícula...quería que disfrutase y si estaba tensa no iba a hacerlo.

Fui bajando sin despegar los labios de su cuerpo, dejando besos húmedos por donde pasaba hasta llegar al filo de su pantalón de pijama.

Se lo quité despacio y después volví a su cuerpo, donde dejé varias caricias en sus muslos desnudos y en su abdomen.

Volví a posicionarme sobre ella y me rocé con ella mientras besaba sus labios.

Llevé mi mano a su tanga y eché a un lado la prenda tocando su intimidad por primera vez mientras a ella las piernas le temblaban un poco.

Estaba mojada, asique llevé mis dedos a su clítores masajeando la zona, intentando que se fuese sintiendo más cómoda.

Y lo conseguí, porque se le escapó un gemido en mis labios.

-Si quieres que pare me lo dices, vale?-le pregunté.

-Si-me dijo.

Llevé un dedo a su entrada y lo metí poco a poco dentro de ella notando como se tensó al notarlo.

-Relájate...-le susurré besando su cuello sin moverme.

Estaba muy cerrada, y eso me estaba poniendo mucho, muchísimo.

Cuando la noté relajada moví mi dedo en su interior y vi que le estaba gustando, porque llevó una mano a mi espalda y me besó con ganas.

Asique saqué mi dedo de su interior llevándolo a mi boca junto a otro mojándolos, para meterme otra vez dentro de ella despacio.

Después de varios minutos la escuché empezar a gemir y sonreí.

-No pares...-me pidió en un susurro ahogado.

-No...voy a meter otro dedo,vale?

-Si-me dijo excitada.

-Abre la boca-le pedí y ella lo hizo, asique metí mis tres dedos en su boca y después bajé a su intimidad.

-ahhjh...-susurró un poco adolorida cuando los sintió.

-¿Quieres que pare?-le pregunté retrocediendo pero ella apretó sus piernas dejando mi mano atrapada.

-No...no pares-me pidió y yo sonreí-duele un poco pero a la vez me gusta...-me dijo.

-Solo quiero que disfrutes-le dije separando sus piernas y volviéndo a meter los dedos en su interior.

Cada vez la notaba más mojada y yo estaba más excitado de escucharla gemir contra mis labios.

Empecé a masajear su clítoris a la vez que seguía penetrandola con mis dedos, notaba su abdomen contraerse y supe que estaba a punto de llegar.

-Córrete en mis dedos, amor...-susurré en su cuello dejando besos húmedos y la noté deshacerse en mis dedos mientras soltaba un gemido en mi oído y se le cortaba la respiración.

Saqué los dedos de su interior y los llevé a mi boca saboreando su sabor.

-Estás demasiado rica-le susurre en el odio y noté como su piel se erizaba-¿Puedo encender la luz?-Le pregunté y ella rió nerviosa abrazándose a mi.

-Ni se te ocurra-me dijo y yo reí pegado a su boca.

-¿Tan sonrojada estas?-le pregunté y ella rió nerviosa.

Posé un beso en sus labios con cariño, queriendo disfrutar de ella y parecía que le pasaba lo mismo.

-¿Te ha gustado?-le pregunté.

-Me ha encantado, pablo-me dijo abrazándose a mi y yo sonreí abrazado a ella.

-Me alegra oír eso,preciosa-dije posando un beso en sus labios...

(CONTINUARÁ...)

Quiero subiros otro antes de dormir, haber si puedo acabarlo mientras veo el barşa❤️

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now