al final batman no es el mejor detective del mundo si no pudo descubrir el secreto de su hijo... bueno, hija.
los personajes no me pertenecen, son propiedad de DC cómic's
- jóvenes amos les recomiendo pensarlo, pues al parecer todavía no son los mejores dectetives del mundo-dijo el mayordomo para luego retirarse lentamente
NARRA: Jason
No lo creía o mejor dicho no quería creerlo, conozco a Damian desde su nacimiento, SU PINCHÉ NACIMIENTO!!!!, bueno ahora ya todo tiene sentido, por eso nunca me dejaban acercarme mucho ni curar sus heridas después de sus entrenamientos en la liga de asesinos, yo que pensaba que era la persona que más conocía al demonio pero resulta que no, ni por cerca.
-cual... es tu nombre verdadero?- pregunto Bruce el cual ya había salido de un especie de transe al que entro hace un buen rato, su pregunta me sorprendió pero la respuesta aún más.
-Dámara, Dámara Wayne- sabía que la niña no mentía pues aún tenía los labios blancos efecto de aquel rayo de la verdad.
De pronto escuchemos un ruido fuerte, Dick se había desmayado, no le tome importancia pues pasaba seguido, solía durar unas pocas horas dependiendo de la situación.
Ahora Tim fue el que preguntó -¿quien más lo sabe?- dijo con la voz algo entrecortada aunque es una buena pregunta.
-mi madre, la partera, mi prima y mis amigos- prima... será aquel chico con quien entrenaba? Eso ya no importa en este momento, Damian es una mujer!! O será que la tengo que llamar Dámara, Y yo ni por cuenta, se nota la gran familia que somos, hasta sus amigos que ni conocemos además de Jon lo saben.
Al final luego de unas horas de hablar y cuando todo se calmo decidimos ir a dormir, mañana le avisariamos a las chicas sobre la situación actual, me costo una eternidad poder Dormir, recordé cada momento que estuvimos apunto de descubrirlo y el nerviosismo cuando nos volvimos a ver.
Ella sentía temor pero de que, algo tubo que pasar para ella estar tan nerviosa en esos momentos, con razón no quería ir a ningún lado, ni a la playa ni al doctor, siempre encontraba una escusa para no ir, recordé el día de la competencia de esgrima, como se movió su cabello cuando la felicite, ese no era cabello si no una peluca, por eso estuvo nerviosa el resto del día, tenía miedo a que lo descubrieramos pero por que tener miedo?.
Que es lo que ella pensaba que pasaría si nos enterábamos?, que pensaba que haríamos? Que la castigariamos? Que nos desariamos de ella? De qué rayos tiene miedo!?
Somos su familia, jamás le haríamos daño, bueno Bruce no se pero Dick, Tim y yo jamas le haríamos algo malo, somos sus hermanos mayores y ella es nuestra hermanita pequeña, y la protegeríamos a toda costa, cueste lo que cueste.
Después de varias horas pude dormir un poco, me sentía tan bien después de dormir aunque sea ese ratito, decidí ir a prepararme un desayuno propio, lo que me sorprendió fue el extraño sueño que tuve, soñé que el demonio en realidad era mujer, fue un sueño muy raro.
Me di una ducha fría para despejar la mente de ese raro sueño, decidí ponerme unos Jean azul rasgados con una camisa de manga corta gris claro con unos tenis azules.
Salí de mi habitación con un hambre así que fui directo a la cocina para prepararme algo, cuando entré lo primero que vi fue a Alfred preparar el té de la mañana como era costumbre.
-buenos días maestro Jason, espero que aya dormido bien después de todo lo que paso ayer- dijo el mayor con su natural acento inglés de siempre.
-buenos días Alfi, me costo pero si dormí bien aunque tuve un sueño bien raro- dijo el mechón blanco para ir a sacar ingredientes de la nevera.
-a si, y que fue lo que soñó?- dijo con curiosidad aunque sabía dónde iba la conversación pues conocía muy bien a toda la familia.
- soñé que el demonio en realidad era mujer, ni idea por qué lo soñé, el abuelo solo sonrió para confusión del mercenario.
-creo que ese no era un simple sueño amo Jason pero no deveriallamar a si a su hermana- dijo tratando de no reír sobre la poca memoria de su segundo nieto, para luego dejarlo solo para ir a entregar el té a la persona que consideraba un hijo que seguramente todavía estaba pensando sobre lo ocurrido.
Después de ese comentario algo hizo clic en la cabeza del segundo ex-robin, dándose cuenta de que todo lo que pasó no fue un sueño si no que la realidad.
Esa fue la sorpresa del año para el mechón blanco como si no trabajará con semi-dioses, metahumanos, alienígenas y gente que usa ropa interior por fuera, para el eso era lo más raro del mundo.
El mercenario se quedó solo en la gran cocina, después que pasara la confucion decidió preparar su desayuno, huevos y pan tostado con un vaso de leche, pero no se dio cuenta de cuando hizo otro desayuno, este era diferente, era ensalada de frutas con jugo de naranja, cuando lo hizo?, ni idea pues el joven cabeza de casco tenía la mente en las nubes.
Al final decidió llevar el desayuno extra al demonio, tenía que confirmar que si ese sueño era real si o no, llegó al cuarto del menor y se fijo que no hubiera nadie, una ves el perímetro asegurado decidió entrar, el nunca entraba al cuarto del menor el único que lo hacía era Alfred, estuvo enfrente la puerta por unos segundos hasta que se lleno de valor y entró a la habitación.
Lo primero que vio fue una habitación sombría con espadas colgando de las paredes, un escritorio lleno de cosas pero super organizado incluso más que el de el, lo siguiente que vio fue a una pequeña bolita envuelta en sábanas sobre la cama.
Se acercó poco a poco y puso el desayuno sobre la mesa de noche para tomar las sábanas y retirarlas con mucho cuidado para ver bien a la personita que dormía sobre la cama tamaño matrimonial aunque solo estaba usando el veinte porciento de la cama, algo muy irónico.
Poco a poco fue viendo a la menor que yacía dormida tan pacíficamente hecha bolita, y así fue como el gran mercenario llegó a la conclusión que el demonio mujer era incluso más que adorable que el modo hombre.
La joven ojos esmeraldas empezó a despertar, esa fue la señal para el mechón blanco que debía correr si es que quería sobrevivir, Dámara se levantó con el aroma a desayuno por su habitación, volteo a ver a todos lados pero no había nadie solo un desayuno sobre la mesa de noche al lado de su cama.
Dámara sabía perfectamente quien lo hizo pues gracias a su gran sentido del gusto sabía que ese desayuno no lo había preparado Alfred si no alguien más, alguien a quien le agradecía por su apoyo.
