𝐁𝐎𝐍𝐍𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄! ━━━ 𝐚.𝐚𝐠𝐫𝐞𝐬𝐭𝐞 | 𝐜.𝐧𝐨𝐢𝐫

⠀⠀⠀⠀ capítulo xviii.

—¿Y tú qué sabes de amor? Eres un simple kwami—. Se quejó Deveraux, su voz era ahogada por la almohada que mantenía en su cara.

—¡Oye! ¡Más respeto! Soy una deidad, ¿entiendes? ¡Y sé mucho sobre amor! Para tu información, he estado en relaciones amorosas con más de un kwami, obvio yo fui quien los cortó, nadie me puede cortar a mi—. Comentó con indignación el guepardo, lanzándole un pedazo de croissant al pelirrojo para que éste se queje de dolor y voltee a verlo con escepticismo.

—¿Kwamis? Si, claro—. Deveraux bufó con burla, pero trás unos segundos se puso a analizar a Noxxy, —¿...Hablas en serio?— Preguntó con cautela.

—¡Claro que hablo en serio! Deberías saber que yo nunca, jamás he mentido, de hecho soy el kwami más confiable que puedes haber tenido, incluso más confiable que la loca de Tikki—. Noxxy alardeo con egocentrismo, cerrando los ojos en signo de confianza ante sus palabras.

Ante esto, Deveraux aprovechó para bombardear al guepardo de preguntas.

—¿Tikki?— Cuestionó con confusión, ladeando la cabeza en signo de pregunta.

—El kwami de la creación, es decir, Ladybug— Replicó el guepardo, acercándose a la bandeja de los croissants para tomar otro.

—¿Con quién has salido?— Preguntó el pelirrojo, interesado aún más por la vida del otro.

—Je, pues puedo decirte con confianza que mis amorios han sido Sass, Plagg, Trixx, Orikko, y eh... ¡Pollen!— Ante los nombres que no eran familiares, Deveraux frunció el ceño, intentando averiguar de quien provenían.

—Son los kwamis de la repetición, destrucción, ilusión, pretensión y la acción—. Añadió con la boca llena el guepardo.

—Destrucción...— Deveraux se mantuvo unos segundos pensando, —¡Espera! ¿¡Has salido con Chat Noir!?— Preguntó exaltado, saltando de su posición en la cama para levantarse e ir hacia el guepardo.

Deveraux tomó bruscamente el croissant de las manos del kwami, alejandolo de su alcance, —Exijo respuestas. Ahora—. Habló con firmeza, amenazando con comerse el croissant si no las obtenía.

—Pero- ¡Ey! ¡Simplemente salí con la sucia rata de su kwami! Y puedo decirte que no fue para nada una experiencia encantadora, ¡esa zarigüeya me cambio por la loca de Tikki cuando vió la oportunidad!— Exclamó con enojo el kwami, dando patadas al aire al recordar los momentos desagradables por los que pasó.

—Huh... ¡malditos gatos negros! Todos son iguales...— Murmuro Deveraux con un puchero y bajos ánimos, otorgándole el croissant a Noxxy de vuelta.

Antes de que alguno pudiera hacer otro comentario denigrante hacia el felino negro, la puerta de la habitación fue abierta sin previo aviso, provocando que un Noxxy con la boca llena mire directamente a los ojos violetas de Lorien sin una pizca de vergüenza.

—Eres todo un comelon, ¿te lo han dicho?— Habló con una leve sonrisa la pelirroja, cerrando la puerta detrás de ella.

—¡Un cuerpo trabajador como el mío necesita bastante comida!— Replicó con indignación el guepardo.

Lorien simplemente negó con una sonrisa en la cara, acercándose a Deveraux para arreglar su cabellera.

—¿Todo listo, hijo mío?— Preguntó con suavidad, dándole una sonrisa con los ojos achinados a Deveraux.