❝Mate y Malta❜❜ (30 días OTP/Argvene/Omegaverse) +18

𝟬𝟱 - Masturbación al pasivo

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Venezuela se encontraba en su habitación mientras buscaba algo de ropa que ponerse. Como era de costumbre siempre tomaba un baño después de dejar a su hijo en el jardín. 

Mientras se colocaba una franela el ruido de la puerta abriéndose hizo que volteara su rostro ligeramente hacia esa dirección, al notar de quien se trataba no le dio importancia y siguió en lo suyo, pero no sin antes decir algo.  

— Si quieres verme desnudo solo dímelo. 

Entrando a la habitación el de orbes claros soltó una pequeña risa al oír el comentario por parte de su pareja, luego se acomodo en el marco de la puerta. 

— ¿sos psíquico? Porque adivinas todo lo que pienso. 

Después de hablar dirigió su vista a donde se encontraba el mayor, el cual no se había terminado de vestir y secaba su cabello con una toalla sonriendole de una forma coqueta para luego devolverle el gesto. 

— No es que sea psíquico. Es que soy tu jevo, se lo que quieres. 

— ¿y qué es lo que quiero ahora? 

— Probablemente tienes ganas de comerte un alfajor o ganas de coger. — afirmó. 

Al argentino río bajo y se acercó al contrario para sostenerlo de la cintura, mirándolo con una expresión coqueta mientras acercaba su rostro al cuello de este y metía su mano por debajo de la franela, empezando a acariciar con sus manos parte del cuerpo ajeno con suavidad. 

— ¿Y si tengo ambas? — expresó mientras empezaba a darle dulces besos en el cuello. 

El ojimiel se limitó a soltar leves jadeos y suspiros mientras sentía las caricias y besos que provocaban un fuerte sonrojo en su rostro e intensificaba el calor en su cuerpo. Si había una cosa que él realmente amaba y disfrutaba eran las caricias del argentino, lo hacían sentir bien, siempre lo fomentaban a querer más y más... Fácilmente era el paso previo antes de que terminarán cogiendo. 

— Entonces... C-Conformáte con un alfajor... P-Porque~... No vamos a coger hoy~ ... — dijo, evitando el contacto visual, no quería que se diera cuenta del "problemita" que su pareja le había dejado entre las piernas gracias a sus juegos.

— Que mal~... — comentó, mirando con una expresión divertida la entrepierna del mayor.  El argentino con delicadeza bajo la mano con la que acariciaba al de pecas hasta el miembro de este, al cual le empezó a dar toques y caricias mientras oía con placer los leves ruidos que salían de la boca de su querido novio. 

— Ey... A-Arge...~ 

A su vez, el ruido favorito del argentino era su propio nombre, pero únicamente si era pronunciado por el venezolano en ese estado... Realmente lo prendía. 

Por instinto el omega posicionó ambas manos al rededor del cuello del beta, hundiendo su rostro en el pecho de este mientras era apoyado en la pared y su virilidad era manipulada por este, con un lento vaivén que parecía querer torturarlo. 

A Arge le gustaba que su chico le suplicará. 

— Arge!~ N-No me hagas... — mordió su labio inferior, necesitaba que lo hiciera rápido, así que optó por hablar con algo de dificultad. — ah... Rápido... Hazlo rápido por favor ~... 

— Como desees~ 

Entonces el vaivén ya era más rápido, los ruidos que salían de la boca del mayor gracias al tacto sólo impulsaban al argentino a acelerar el ritmo a la par que dejaba muestras de cariño por el cuerpo de su amado, besos, mordidas, chupones, era su sello personal. 

Las manos del caribeño temblaban ligeramente mientras mordia su rojizo labio inferior, realmente estaba disfrutando de la atención que su pareja le daba, cosa que sabía como hacer bien. 

Unos segundos después el líquido seminal manchó la mano del menor y un fuerte sonrojo apareció en el rostro del ojimiel algo apenado mientras intentaba regular su respiración un poco, aún sin despegarse del argentino. 

— P-Puedes..? — preguntó a medias. 

El de orbes claros se separó con delicadeza de su pareja después de dejarle un tierno beso en sus labios. 

— Perdón che, pero no vamos a coger hoy ~ — Habló el argento mientras daba la espalda y se dirigía hasta la puerta, con una sonrisa burlona en su rostro, dejando a un venezolano todavía con ganas de... Eso. 

En ese momento se sintió en su propia contra por haberle dicho eso. 

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