𝗔 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗲𝘁𝘁𝗲 𝗣𝗲𝘁𝗲𝗿𝘀'𝘀 𝗦𝘁𝗼𝗿𝘆 | 𝗕𝗿𝗼𝗸𝗲𝗻
❛ 𝐒𝐇𝐄 𝐈𝐒 𝐀 𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐆𝐈𝐑𝐋, 𝐀𝐍𝐘𝐎𝐍𝐄 𝐂𝐀𝐍'𝐓 𝐅𝐈𝐗 𝐇𝐄𝐑, 𝐈𝐒 𝐋𝐀𝐓𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐒𝐇𝐄❜
Juliette Peters era una adolescente de 17 años, igual a los demás, hasta que des...
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CAPÍTULO SIETE | “ Un beso puede significar mil estrellas y al final solo es un beso ”
«Él da besos de oro... eso me dijeron»
𝗢𝗺𝗻𝗶𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲
Klaus se levantó con algo de pereza de la cama. El día anterior estuvo buscando a Elena y hoy debía hacerlo también. Con su velocidad, se metió en el baño y se dio un baño caliente. Cuando se cambió, bajó a la cocina. Mientras hablaba con Stefan, quien le decía que debía contarle algo, tocaron la puerta. Al abrirla, su doppelganger estaba allí, con expresión cansada y llorosa.
—Estoy cansada de pelear y huir. —dijo Elena con voz llorosa en cuanto vio a Klaus abrir la puerta. Klaus no pudo decir nada por la sorpresa.
—¿Quién...? —empezó a decir Stefan acercándose a la puerta, pero se interrumpió al ver a la Gilbert en el umbral—. ¿Elena?
Klaus salió de su sorpresa y dejó pasar a Elena. —Hazla sentir cómoda y no la pierdas de vista hasta que vuelva —ordenó el híbrido a Stefan, con algo de advertencia en su voz. —¿Qué haces aquí? —preguntó Stefan, sintiéndose verdaderamente desconcertado, sin moverse de su lugar junto a la maceta que se hallaba al lado de la puerta.
Elena caminó hacia la cocina y buscó algo de comida en la nevera. Se preparó rápidamente un sándwich.
—Porque no quiero seguir huyendo de Klaus. —respondió la doble antes de empezar a comer su sándwich.
[. . .]
Klaus se acercó lentamente en dirección a Juliette. La chica rubia tomaba una Coca-Cola hasta que alguien se acercó primero a ella, era Elijah Mikaelson.
Klaus pudo sentir los celos recorrer su ser al ver cómo ella y Elijah se reían. Suspiró antes de acercarse finalmente hacia ellos.
—¿Hermano? —preguntó Klaus haciéndose el sorprendido al verlo allí.
Juliette rodó los ojos y trató de irse, pero Klaus la detuvo.
—A partir de hoy, Elena vendrá contigo a la escuela para que la cuides —le avisó el híbrido con los ojos brillando al verla. Juliette asintió indiferente y se fue murmurando que Klaus la saca de quicio.
—No te acerques a Juliette, ella es mía —amenazó Klaus a Elijah, sin notar que Juliette había vuelto por su cuaderno.
La híbrida miró a Klaus asustada y su respiración se volvió pesada. Klaus volteó al escucharla.
