¿Lo odio? (Puppyshipping)

¿Lo odio?

Odia a Katsuya Jounouchi (o "Katkun", como lo llama su hermano).

Odia su voz, odia su sonrisa distraída, odia su cara bonita, odia su cabello dorado, odia la forma en que sus ojos brillan como un resplandor llameante, odia la forma en que besa a Mokuba en la frente cada vez que se siente. bajo, odia cuando su expresión es vacía; al igual que su cabeza, odia el hecho de que se ve divino sin importar lo que lleve puesto… ¡como si ni siquiera fuera digno de mirarlo! Odia sus suaves mejillas, odia su optimismo infantil, odia cómo apoya su cabeza en un brazo y lo mira fijamente con amor, odia lo suave que sonaba su nombre en sus labios, odia lo persuasivo, rudo y a veces gentil que es, y...

… ¿Lo odia?

De todos modos, ¡Katsuya no tiene derecho a tener una sonrisa tan cautivadora!

Él verdaderamente creía que la mejor manera de describir a Katsuya Jounouchi era:

«"Un tonto absolutamente problemático. Un perro callejero que corre tratando de ser un héroe pero termina esperando ser rescatado. Puro de corazón, tonto de culo. Debe ser difícil ser tan estúpido.»

"¡Buenos días, Seto!" Mokuba gritó

La puerta se estrelló contra la pared cuando entró en la habitación. Tenía las mejillas sonrojadas de emoción. Kaiba podía decir con certeza que la fuerza del portazo se podía escuchar en toda la mansión. Mokuba se acercó a la elegante cama XXXL de su hermano, abrió las cortinas y vio cómo su hermano mayor todavía estaba vestido con un traje. Suspiró resignado, colocando su mano sobre la mejilla de Kaiba y acariciándola.

"¡Despierta hermano! Hoy es día de compras, ¿recuerdas?"

Kaiba bostezó mientras se arreglaba el cabello rizado.

"Mokuba, ¿cuántas veces tengo que repetirlo? No puedo ir porque no quiero".

"¿Es así? ¿O es sólo porque Katkun vendrá con nosotros?" Preguntó finalmente, dándole una pequeña mirada por encima del hombro, encontrándose con los ojos adormilados de su hermano.

Kaiba se da vuelta y lo mira fijamente, con los puños cerrados a los costados. "¡¿Va a venir con nosotros?!"

"Bueno, lo invité. Quizás no hayas elegido esto, pero puedes elegir cómo abordarlo. ¡Puedes elegir no ver al rubio como un rival, sino como un amigo por una vez!" dice con calma. "¡Vamos, Seto! ¡Es un hermoso día afuera! Los pájaros cantan, las flores florecen, el sol ha salido y..."

"¿Y qué quieres que haga? Fotosíntesis" Kaiba desvió la mirada irritada, sentándose en el borde de la cama.

Los primeros rayos de sol iluminando su habitación no ayudaron en nada a calmar su temperamento. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuvo un día libre. Años, si no le falla la memoria. Kaiba estuvo de mal humor durante toda la semana. No puede soportar ir a un lugar rodeado de mucha gente que probablemente terminará desagradándole a primera vista. De hecho, no le agradaba la gente en general pero, al parecer, eso no era tan conocido por algunos (lo que realmente le sorprendió). Sabía que le había prometido a su querido hermanito ir a buscar ropa nueva para un evento, ¡pero dioses! Acababa de despertar y ya sabía que iba a ser un día largo, terriblemente aburrido y frustrante. Especialmente gracias a un invitado no deseado.

"Tiene suerte de que me gusten los trajes.—pensó Kaiba".

"¡Por favor, hermano! No quiero volver a irme sin ti. Va a valer la pena, lo juro. ¿Por qué tú y Katkun no se llevan bien por una vez?" Dijo con voz melosa, empujando juguetonamente a su hermano.