Naxos

292 26 0
                                    

La bahía de Naxos es el hogar de las nereidas demasiado codiciado, todas saben como ayudar a su padre en ello a algunos navegantes humanos en todo el océano.

Nereo fue coronado como el cuarto rey dueño del Mediterráneo, claro, no llamando demasiada atención, para no opacar a su gobernante absoluto.
Tiene un castillo, en las profundidades del mar, obviamente tiene una cúpula de oxígeno de alrededor de tres kilómetros de ancho y ún kilómetro de altura, de lujos austeros, y vistas maravillosas, todo ideas de su esposa y sus hijas. Para acceder a este lugar hay dos pequeñas entradas, una por mar, una tecnología creada por Nereo que abre las olas en medio de todo el espacio. Y otra, en Naxos en forma de tunel, cabe recalcar que es la más conocida, y hermosa para que puedan deleitarse con la luna y el sol.

Esta vez, tenía la visita de su esposa y sus otras 25 hijas, para tener un momento familiar, eso incluyendo que Nerites este presente por si ocurriese algo impertinente. En otro extremo del castillo, en la superficie, el resto de hijas preparaba la bienvenida a su madre de buena manera, con alimentos de su agrado. Buenas para que nada les empeorará el día.

Anfitrite, por otro lado, estaba recolectando almejas llamativas, que ella misma había creado, buscando asombrar a su madre nuevamente. El tesoro de toda nereida era encontrar el más brillante tesoro, y esta finalmente, las pudo encontrar. Las primeras de color puro, del mismo tono de sus vestidos, creadas por las almejas en gran número. Esta vez, haría de su colección regalos para sus familiares, les encantaría verlos personalmente.

─ Podría ser un broche, quizás una pulsera, hay muchas cosas que pueda hacer -la joven tenia la costumbre de hablar por si sola, como si la estuvieran escuchando. La verdad es que ella era su propia juez.

Maravillada de sus logros, hacia collares con las piedras que ellas nombró perlas, que tienen un gran valor, solo necesitaría herramientas para hacer sus creaciones, pero será, volviendo a su hogar mostrándole a su padre.

『 • • • 』

─ Asi que.. Quiero creer que todas siguen solteras. -dijo Doris, casi menospreciando que la mayoría a cargo de Nereo, no estuviesen comprometidas. ─ Que conveniente.

─ No tenemos prisa para casarnos madre. -psámate habló con absoluta sinceridad. ─ Y últimamente, todos los pretendientes son unos patanes.

─ Deberían conseguirse un humano, al menos en ese corto tiempo, su existencia, tendrá un significado.

─ Oh sí. -anfitrite tomó palabra, la única diferente, de ojos cual zafiro y piel blanca como perla. ─ No todas tus hijas podemos complacer a dos Reyes a la vez.

Hubo un silencio en la oceanide, nunca entendió porque Nereo, cuidaba a esa hija suya sin potencial. Por rebeldía quizás.

─ No todas mis hijas fueron favorecidas por la belleza de una oceanide. - contestó. La conversación se tensó a un grado que las demás, no pensaban intervenir. ─ Sí yo fuera tú, empezaría a buscar un consorte digno, igual que Tetis lo hace.

─ Si yo fuera usted madre, aún conservaría mi dignidad sin ser tapadera de basurero.

─ Anfitrite, no es digno de tí, contestar con honestidad a tu madre. - intervino Nereo, de lado de su hija. ─ Y tú Doris, deberías conservar también tus modales.

─ Nereo, piensas que Trite, consiga un pretendiente digno si sigue contestando a sus superiores?

─ El único pretendiente que podría tener, sigue en espera, eh educado a Anfitrite para que no se deje mangonear de otros. -masajeo la cien con paciencia. ─ Y creo que hice bien, sabe lo que es la lealtad y el honor.

─ Anfitrite no tiene pizca de saber lo que es el honor padre. - la hija de tantos rumores habló, irritando a sus hermanas, incluso a su hermano en el transcurso. ─ Y si ella tiene honor, que sepa lo que vale.

─ Mi valor como mujer no está en cuantos hombres tengo detrás mío. Si no en el que yo misma me doy. -la única pelirroja acomodó su cabello, como respuesta a su hermana Tetis. ─ Puedes tener hombres, dioses detrás tuyo, que te den obsequios, te llenen de joyas y de más, pero todos buscan una cosa de tí. Me da pena que tu honor como hija de padre, haya decaído.

─ Mi honor sigue intacto!

─ Eso no es lo que se rumorea, meterse con un gobernante es una cosa...pero en casos extremos, meterse en un matrimonio es de bajo amor propio. -se levantó de su asiento. ─ A mi nada me cuesta confirmar esos rumores tuyos, pero no tengo que hacerlo, no soy como las demás.

─ Desde pequeñas me has envidiado, porque tengo el cariño de madre, y el apoyo de padre. -igualmente Tetis se levantó de su asiento en defensa a su honorabilidad.

─ Lo único que has echo es empeorar la imagen de las Nereidas.. Agradece que padre no te ha dado la espalda, porque a estas alturas, ya estarías muerta.

La discusión entre las hermanas siguió, por unos minutos, en cuanto transcurría otros eventos que estarían alterando la paz de Nereo, poniéndose en alerta.
La Carta de aviso a un invitado era en extremo, importante, alarmante, su hogar no estaba preparado para recibir un invitado y sus hijas estaban vulnerables a algún ataque emocional.

─ Glauca,Nesea, Espeo, Actea y Cimótoa. -Nereo nombró a 5 de sus hijas al azar. -ustedes iran a Tesalia, ahora mismo, será un retiro de dos semanas. Encuentren buenas telas.

No dio explicación, pero tardé o temprano, tendría que hacerlo. Se retiraron sin más que decir, acatando la orden.

─ Béroe, Prote, Faetonte, Cimódoca y Agave, ustedes a Creta, igual dos semanas, ahora mismo, deben conseguir leche con miel, se han acabado los suministros. -ni siquiera dudaron, fueron rápidamente por sus cosas.

Doris y su resto de hijas, no entendian la situación, pero ver a sus hermanas, estar a merced de órdenes, era satisfactorio.

─Ceto, Clío, Clímene, Dione, Doris,Éfira, Eudora, Yanira, ustedes irán con sus abuelos Oceano y Thetis. Sin replicar. - miro a su esposa con desdén, no era comportamiento digno de ser esposa.

─ Porque a mí niña Doris también le ordenas, no tienes pensamiento o que?

─ No es asunto tuyo Esposa. -dijo para después proseguir. ─ Calipso, Prote,
Faetonte, Asia y Béroe, ustedes con su abuelo Ponto las esta esperando. Las demás, se quedarán aquí.

─ Como siempre, estas pasándome de largo.!

─ También puedes irte, esta reunión era pacífica pero acabas de arruinarla. -se levantó de ahí, en dirección de la puerta. ─ Si en 20 minutos no te has ido, tomaré medidas cautelares.

𝑻𝒉𝒆 𝑻𝒚𝒓𝒂𝒏𝒕'𝒔 𝑾𝒊𝒇𝒆 || 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐫𝐝 𝐎𝐟 𝐑𝐚𝐠𝐧𝐚𝐫𝐨𝐤Where stories live. Discover now