Encuentros y desencuentros || Jujutsu Kaisen

Capítulo 3: Enamoramiento.

Era un nuevo inicio de semana, Megumi iba camino a la escuela ansioso por encontrarse con Itadori después de un fin de semana de solo hablarse por chat.

—¡Fushigurooo, buenos díaaas!

Como siempre el otro llegó llamándole de manera escandalosa y abrazándolo con cariño. Megumi se sentía muy feliz de recibir esas expresiones de afecto de su compañero aunque él solo podía expresar su emoción poniendo una mano en la espalda alta de Yuji al recibir su abrazo y soltando una leve sonrisa.

Al entrar al salón pusieron sus cosas en sus respectivos bancos y antes de sentarse una de sus compañeras, Nobara Kugisaki, pasó entre ellos sin ningún cuidado jalando a su paso la mochila de Fushiguro, que cayó al piso tirando dos o tres cosas de su interior.

—¡Oye! —se quejó el chico al ver que su compañera no se disculpaba.

Nobara detuvo su paso y volteó a ver lo que había pasado; ni cuenta se había dado pues ella iba ensimismada en sus asuntos.

—¿Qué pasa, pequeño Megumi? —soltó con burla, imitando la forma en que Gojo llamaba al muchacho a veces— ¿Se te cayeron tus cositas? —la chica se rió acompañada de fondo por otras risas de compañeros testigos.

Megumi se molestó mucho y su cara demostró que estaba a punto de ser agresivo, pero Yuji se puso entre ellos para evitar una pelea pues el maestro de la primera clase ya se acercaba.

Timbraron y todos tomaron su lugar ya que el profesor Suguru Geto venía entrando. Megumi se quedó con el coraje atorado por unos minutos, hasta que ya avanzada la clase escuchó que su amigo Yuji le murmuraba algo.

—Aún no puedo creer que el profesor Geto sea gay… Solo míralo: Ese cabello, ese rostro, ese porte… Definitivamente no tengo oportunidad con el profe Gojo si está con él —murmuró derrotado dejándose caer sobre el pupitre.

—¡¿Oportunidad de qué, Itadori?! —gritó Megumi exasperado. Inmediatamente se dio cuenta que había levantado demasiado la voz y que todos voltearon a verlo.

—Joven Fushiguro, ¿qué está pasando? —inquirió el profesor, extrañado por la actitud de su alumno.

—Na-nada, profesor, ¡lo siento! —se disculpó apenado agachándose para perderse en la espalda del alumno que tenía sentado enfrente y que así el profesor no pudiera ver su cara.

Geto lo miró pensativo por unos segundos y luego procedió a seguir escribiendo en el pizarrón. Conocía a Megumi de sobra así que no le preocupó el asunto.

—Por Dios, Itadori, Satoru te saca casi 15 años, no digas tonterías —le susurró a su amigo aún agachado para que no lo viera Geto. Quería creer que Yuji no lo decía en serio, pero le salió tan natural que no pudo evitar sentir celos de su padre adoptivo.

Yuji solo atinó a reírse divertido, había olvidado que Gojo era el papá de su amigo y probablemente no fuera muy cómodo para él escuchar esos comentarios. Aunque era cierto: a Itadori le gustaba su maestro.

Ese día era especialmente caluroso, así que a la hora del descanso a media mañana Yuji fue a comprar una paleta helada para mitigar un poco los estragos del sol. Cuando estaba haciendo fila en la cafetería observó en el patio a Satoru Gojo rodeado de alumnas como era su costumbre; siempre en los descansos había sobre todo chicas queriendo llamar su atención y le hablaban o preguntaban de cualquier cosa y el profesor siempre era simpático con todas, les sonreía coquetamente y les seguía la plática. De nuevo pensaba que si no lo hubiera visto con sus propios ojos le sería increíble que tuviera tantos años de relación con otro hombre como le contó Megumi, especialmente porque en la escuela era muy raro ver interactuar a Geto y Gojo por los alrededores.