Capítulo 3: Reencuentros no muy agradables

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     - Anda... pero si es la segundona...

Me. Ma. To. ME MATO

     - ¿Os conocéis? - pregunta interesado Gabriel.

¿Ahora cómo les explico que éramos amigos de pequeños, nos peleamos por las notas y luego me fui de la ciudad y no nos volvimos a hablar...?

Antes de que pueda siquiera abrir la boca la voz de Chan me interrumpe, otra vez.

     - Somos viejos amigos - dice con su típica sonrisita de "soy mejor que tú y lo sabes".

     - Conocidos - recalco, ya no estoy tan emocionada por la nueva academia. - Viejos conocidos.

Gabriel e Isa se miran con complicidad y me entran ganas de desaparecer. Lo que me faltaba ya era que pensasen que yo tenía algo que ver con ese egocéntrico.

     - Bueno, me voy a la residencia. Todavía no he visto mi habitación.

Es una excusa básica, pero no tengo ganas de aguantar después de siete años sin su presencia al pelinegro.

     - Pues que coincidencia, Chan tampoco ha visto su nueva habitación. Antes la compartíamos, pero ahora a él le han puesto con otro de nuestros amigos.

Universo no estás cooperando.

     - ¡Ah! Pues que bien... - digo, con fingida alegría.

     - ¿Por qué no vais juntos? Y así os ponéis al día. Gabriel y yo habíamos pensado ir a dar una vuelta.

Antes de que pueda responder, la pareja ya se ha alejado y me quedo sola con don tatuajes. Él comienza a caminar sin esperarme, y no sé por qué, pero doy unas zancadas para caminar a su lado. Estamos todo el camino en silencio, aunque sé que me da alguna mirada de reojo y yo también. Está cambiado, aunque la última vez que le ví fue con 10 años es normal. Tiene el pelo desordenado, los ojos rojos brillantes como siempre y varios piercings en las orejas y el labio, además de tatuajes por el cuello y en los brazos. No voy a negar que está... bien.

Ajá, solamente bien

Exactamente, bien, un cinco raspado.

Es un once por favor.

Está para un cuatro y medio, conciencia cállate ya.

     - ¿Te has dado un viaje astral para ignorarme? - la voz ronca de Chan me saca del trance.

     - Pues la verdad es que no, pero gracias por la idea.

Una suave risa sale de sus labios.

Y qué labios...

     - Sigues teniendo la misma actitud de siempre, quién diría que detrás de esa carita de niña buena se encuentra toda una diabla.

     - Como si tú fueras un santo Yeol - pongo los ojos en blanco.

     - ¿Lista para volver a ser una segundona?

     - Que sepas que he mejorado mucho, este año el segundón vas a ser tú. - Le apuntó con mi dedo índice y nos paramos en frente de un gran edificio blanco con puertas dobles. Hemos llegado a la residencia.

Chan niega con la cabeza, la sonrisita de superioridad otra vez en su cara. Parece que es su máscara preliminar. Llegamos a la mesa de recepción y Chan se adelanta, pidiendo sus llaves y las mías. Nos dirigimos a los ascensores, estamos en la misma planta, aunque en lados distintos. La academia tampoco hace mucho para evitar los encuentros nocturnos de los estudiantes.

Sangre joven (basado en el oc Chan Yeol)Where stories live. Discover now