Igual no debía preocuparse. Vamos, BaekHyun estaba en los inicios de sus veinte, si le comentaba sobre sus pensamientos de seguro se reiría y le daría la razón. El problema era que ChanYeol ya no estaba en sus veinte, sino comenzando sus treinta y si iba en serio con BaekHyun, tarde o temprano, ya sean sus padres, socios, amigos, cualquiera de ellos terminaría sacando el tema a colación, porque todos estaban esperando un bendito milagro de él convirtiéndose en un hombre de familia.

No, por más que lo reconsideraba, sin duda no quería eso para su vida.

—¿Te vas a quedar? —decidió preguntar para cambiar el rumbo de la conversación y de sus propios pensamientos.

—Toda la noche —respondió BaekHyun risueño, levantándose para ir en busca de hielo para las bebidas, pero quedándose quieto al ver que ChanYeol comenzaba a quitarse su ropa—. ¿Qué estás haciendo? —la sorpresa en su voz era obvia.

ChanYeol lo miró confundido, ¿no era obvio?

A su entender ese "Toda la noche", era un sinónimo de "Me quedo toda la noche para hacer eso".

No podían culparlo, el doncel era bellísimo y lo último que hicieron en esta habitación lo había dejado sediento por más. Esperaba una buena reconciliación, una a lo grande.

—No importa. —El doncel sacudió su cabeza de un lado a otro, restándole importancia. ChanYeol tendía a decir cosas raras, pero así le gustaba—. Prende la televisión, voy a hacer algo dulce para comer como aperitivo.

ChanYeol no sabía cómo decirle que, si quería algo dulce para comer, prefería comérselo a él.

En un momento de la película, ChanYeol no pudo mantener sus manos quietas y decidió probar su suerte, si funcionaba pues bien y si no... simplemente le quedaba fingir que nada pasaba.

Con disimulo, observó a BaekHyun que estaba muy ocupado comiendo palomitas bañadas en chocolate, estaba más que cómodo usándolo como almohada, ChanYeol tenía su brazo rodeando los delicados hombros del menor. Aprovechó esa distracción para pasar su mano a la cintura del doncel, no hubo mayor reacción, entonces aprovechó para manosear su cadera carnosa, recibió una mirada brillante y luego un beso en la mejilla, pero siguió siendo ignorado, eso hasta que bajó aún más su mano y, bingo, llegó a su parte favorita.

Sin ocultar su deseo, apretó ese regordete muslo sin mayor decoro, provocando una serie de escalofríos en el niñero, el sentirlo doblegarse ante su toque lo llenó de entusiasmo y orgullo. Al conectar miradas, vio esos ojos inocentones que desde un inicio lo tenían hechizado, esos mismos ojitos que lo miraron con una chispa diferente, debajo de esas espesas pestañas pudo ver la invitación silenciosa de BaekHyun. Emocionado, ChanYeol con su mano libre aprisionó la fina barbilla del doncel, obligando a que abriera su boca para hacer su voluntad. Ambos soltaron un suspiro gustoso cuando sus labios se conectaron, no pasó mucho cuando sus lenguas se juntaron, BaekHyun se montó encima de ChanYeol, quien sonrió en medio del beso por ese atrevimiento repentino.

Ahora, no podían culpar al alcohol.

BaekHyun jadeó en busca de aire cuando no pudo aguantarlo más. ChanYeol era implacable, igual que la otra vez, parecía querer devorarlo entero. Sus manos grandes y toscas apretando su carne lo dejó con la cabeza dando vueltas. En algunos momentos sentía los labios del mayor en su cuello, en otro momento lo sentía succionar sus pezones, incluso jalarlos con sus dientes, y finalmente sentía su tacto en sus nalgas, apretando, incluso arañando. A él solo le quedaba gemir sin más, suplicar por algo que no tenía claro, pero necesitaba urgentemente, ese algo que solo ChanYeol podía darle.

Entre toda esa nebulosa de placer, tuvo un momento de lucidez, que fue cuando estando desnudo y dispuesto a que ChanYeol hiciera lo que quisiera con su cuerpo, todo se detuvo cuando el hombre mayor acarició tiernamente su mejilla, buscando con ese acto darle confianza y seguridad.

Dulce Tentación ➳ ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora