La sangre bajo de los labios de Wei wuxian mientras intentaba respirar, los pasos rápidos de los discípulos apenas se oían a través de toda la estática. Miro la sangre sobre su mano y el piso de uno de los salones de gusu lan, la miro como si no fuera la suya, sagre que bajaba por su nariz y su boca ahogandolo al querer respirar. Se sentía tan indiferente, como si todo le pasará a otra persona y no a el.

No lograba recordar bien el por qué había pasado. Recordaba estar sentado junto a los discípulos y sus patitos y de la nada todo empezó a volverse nublado y la sangre empezó a caer.

Sus patitos, dónde estaban? No lograba verlos, que mal.

Después de unos segundos que Wei wuxian sintió como horas logro ver mínimamente algo bien sin que todo esté borroso, podía ver a jiang cheng acercarse y arrodillarse a su lado lentamente, como si Wei wuxian fuera un animal herido. Herido estaba claro, pero no era un animal, que malo eres chengcheng.

—jiang cheng -lo llamo una vez él estuvo a su lado- Didi, hay sangre en mis manos.

Le mostro su mano ensangrentada con una mueca que quería hacer pasar por una sonrisa.

Este lo miro fijamente con una mirada que Wei wuxian no supo reconocer. Soltó un suspiro cansado y toma la mano que no estaba ensangrentada y la aló hacia el con fuerza. 

—lo se, vamos, levántate idiota -lo insulto reuniendo fuerza para levantar a Wei wuxian del piso llevándolo en brazos fuera de la habitación-.

Una vez en los brazos de su didi logro ver por fin a sus niños que lo miraban preocupados y este les dió una suave sonrisa y acaricio la cabeza de zizhen que era el que más cerca de el estaba, hecho eso pasaron entre todos los discípulos que al ver que Wei-quianbei estaba con el líder jiang se empezaron a relajar.

Jiang cheng había cargado a su hermano muchas veces en su vida pero desde la muerte de lan wangji lo tenía encima todo el tiempo, aún si a él no podía importarle menos, y podía sentir cada que lo cargaba lo flaco que estaba y sus costillas al abrazarlo.

Pensaba que estaba mejorando, había empezado a salir del jinshi, comía todas sus comidas aún si era una pequeña porción, empezó a sonreír más, pero no. Jiang cheng se equivocó, otra vez.

Rápidamente lo llevo hasta la enfermería y lo dejo acostado en una de las camillas para que los doctores empezarán a revisarlo. La sangre de su nariz ya se había secado y dejo de salir pero cada cierto tiempo todos, y esa tos era sangre acumulada en su garganta. Jiang cheng tenía miedo de lo que dirían los doctores ante eso.

Tenía mucho miedo.

Parecía que eso era la único que sentía estas semanas.

No salió de la enfermería hasta que le explicaron que Wei wuxian estaba bien pero cansado, que el sangrado se debía a todo el estrés de la muerte de lan wangji y el volver a comer después de tantas semanas sin hacerlo le estaba pasando factura a su núcleo tan débil como es. Una vez revisado que su hermano estaba bien y dormido salió de la enfermería para tranquilizar tanto a Zewu-jun como a los casi hijos de su hermano.

Volvió a suspirar masajeando su frente viendo venir el dolor de cabeza.

Entro a la habitación lentamente y fue inmediatamente abordado por la vista de su sobrino, zizhen y los niños lan, todos sobre el piso. Jin ling estaba llorando silenciosamente, zizhen estaba tratando de no llorar y sizhui estaba sollozando, todos abrazados de jinyi al cual parecía no importarle tener a todos sobre él mientras trataba de parar sus propias lágrimas.

—jiujiu !! -jin ling corrió hacia él apenas lo vio en la entrada y se abrazo a su cintura como cuando era un niño pequeño- el está bien, verdad? Estaba sangrando mucho!

Sus amables ojos que siempre le recuerdan a su hermana estaban rojos del llanto al igual que su rostro, jiang cheng acaricio su mejilla con cariño. El quería a su sobrino tanto, aún si no lo demostraba todo el tiempo, y le dolía tanto que este sufriera al ver a Wei wuxian sufrir.

Odiaba que sufrieran tanto.

Los demás niños corrieron detrás de Jin ling una vez vieron que jiang cheng estaba ahí. Dejaron salir todas sus preguntas de forma precipitada. Frunció el ceño mientras la sonrisa en sus labios se volvía más forzada cada que otra pregunta salía de los labios de esos mocosos y podía sentir la vena en su frente palpitar.

—silencio! -les grito callando tanto a los niños como a lan xichen que estaba apunto de hablar-, por si lo olvidaba, está prohibido gritar.

El regaño hizo que los niños se hicieran pequeños en sus lugares mientras se disculpaban en voz baja. Jiang cheng se masajeo la frente con un suspiro cansado.
Lan xichen soltó una risa pequeña a espaldas de los niños que intento cubrir con una tos cuando la mirada molesta de jiang cheng paso a él.

—wei wuxian está bien -alzo una ceja ante la mirada incrédula de los niños frente a él-,  en lo que cabe. La sangre se debe a el estrés  y que su núcleo este tan débil estas semanas

—pero el estará bien, verdad líder jiang? -jiang cheng miro al hijo de su hermano, el que en otro universo lo hubiera llamado jiujiu como Jin ling y le dió una cálida sonrisa que solo reservaba para Wei wuxian estos dias-.

—eso espero...

Cinco horas después de esas palabras jiang cheng estaba ayudando a su hermano con su pelo mientras vomitaba en el piso de la enfermería.

El vómito estaba lleno de sangre.

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