DanMachi | ¿Esta Mal tener Una Elfo Como sirvienta?

Capítulo 2 | La Renard y la elfo.

El aire frio se volvió cálido. La tarde había llegado.

El sonido chirriante de los platos envolvió la cocina, los cubiertos y la espuma se hicieron visibles en el fregadero. Ryuu, quien aún estaba molesta por las declaraciones de bell, secaba los platos con cierta rudeza.

Sin embargo, a pesar de su rudeza, frotaba el trapo contra los platos con elegancia. Con un movimiento circular, las ágiles manos de Ryuu secaba los platos con Rapidez.

--"¿S-Señorita Ryuu... E-Estas bien....?"

No cabe duda que Haruhime se sorprendio por la tremenda agilidad y profesionalismo que llevaba aquella persona, incluso lavando los platos ella denotaba elegancia y delicadeza, pero a pesar de eso, la rudeza que expresaba y la atmósfera pesada que fluia con desesperación en el ambiente hizo que Haruhime se sientiera aterrada.

El ambiente era silencioso, las palabras de la pobre Haruhime fueron devoradas por el viento que soplaba más allá de su piel.

Sus ojos flaquearon por un momento, ella no podía mirarla hacia los ojos aunque quisiese.

Sintió como si en cualquier momento esos ojos tan azules como el cielo fuesen a tragarsela en cualquier momento. Sus manos empezaron a temblar.

Eventualmente, si la presión seguía, terminaría por romper algunos platos, y seguramente a bell-sama no le gustaría eso.

Trato de romper el silencio con su cobarde tartamudeo. La presión ejercida se filtraba inconscientemente por el cuerpo de Ryuu, provocando el nerviosismo de la Renard quien no estaba acostumbrada a recibir tales intenciones.

La mirada profunda de Ryuu se movio un poco y miro hacia Haruhime. Su rostro asustado se mostró en su campo visual.

Tan pronto como se dio cuenta de su acción desprevenida, Ryuu dejo de filtrar su aura llena de emociones. Ya sea por bell, o por ella misma, no debia dejar que su corazón tomara control de esos sentimientos.

Pero a pesar de decir aquello, era bastante común entre los momentos del día, su paciencia aveces se agrietaba y dejaba salir un poco sus intenciones para nada santas, y para ella, era bastante difícil solucionar ese problema.

No obstante, su personalidad actual estaba construida a base de su pasado, y hay cosas que incluso ella misma no puede cambiar sin importar que tanto se esfuerce en hacerlo, Lamentablemente, las cosas eran asi.

Aun así, esto no le impedía dejar en claro sus verdaderos sentimientos, ella realmente queria a sus compañeras y amigos, sin embargo, aveces esto perjudicaba a quienes no debían, como a los clientes o transeúntes.

Actualmente ella era las temida en la <señora de la abundancia>, nadie se atrevería a sobrepasar su espacio o privacidad, incluso si el cliente es el más rudo, ellos mismos sabian lo que era capaz un elfo.

Sin importar que, al terminar el dia, todo eso dejaba de importar para ella.

Al final, los rudos solo se disculpaban con ella y hacían como si nada hubiese pasado, siempre y cuando nadie salga realmente perjudicado o lastimado nada de eso importaría.

Entonces. ¿Porqué preocuparse por ello? Si al final, la situación seguirá repitiéndose.

Con eso en su mente, su tren de pensamiento se detuvo para que luego, sus delicados labios se abrieran.

--"Lo siento, mi rabieta infatil hizo que te sientieras incomoda, realmente me disculpo por ello."

Esas palabras se sientieron ambiguas.

Absorbiendo toda la atmósfera pesada, la presión ejercida por Ryuu se desipo. Poco después, Haruhime se sintió un poco más calmada.

Un leve suspiró fluyo por sus carnosos labios. Revelando una pequeña duda en su mente ella pregunto: