𝗦𝗧𝗥𝗔𝗡𝗚𝗘 ; Şehzαde Selım

THIRTEEN - Nurbanu.

1 semana después.

Por fin había llegado el día en qué la sultana Gülbahar y el príncipe Selim partirían a Manisa, no solo ellos, más mujeres para el harén del príncipe también.

Tras el trato que Valeria y Sümbül Agha hicieron la joven sería la afortunada en ir, victoria que no dejo de presumir a Cecilia.

Cecilia miraba a la joven con celos y enojo, su sirvienta la había traicionado pero ella ya había decidido que se ganaría un lugar en lo más alto de aquel palacio y destronaria a la sultana Gülbahar.

—¡Atención, su alteza el príncipe Selim! — Informó un eunuco haciendo qué todas las mujeres hicieran una reverencia.

Cecilia miraba a la sultana Gülbahar la cuál caminaba aun lado del hombre, había decidido que sería como ella e incluso más poderosa. Decidida salió del harén sin importarle nada, ni su dolor en sus brazos cuándo choco con las demás mujeres para salir, su rumbo eran los aposentos de la sultana Hürrem.

— Abran las puertas quiero hablar con la sultana — Dijo a los eunucos que custodiaban las puertas.

— No podemos señorita, la sultana Hürrem está ocupada con la sultana Mihrimah. — Un eunuco respondió con seriedad.

— ¡Debo ver a la sultana! — Dijo entre dientes sin mirarlos.

— ¡Imposible! No puedo hacerlo.

— ¡Qué sucede señorita! ¿Qué estás haciendo aquí? — Sümbül Agha preguntó enojado.

La joven no dijo nada y empujó al eunuco para entrar a los aposentos.

— ¿Qué sucedió entre Selim y Bayaceto? Se saludaron fríamente. — La sultana Hürrem preguntó a su hija.

— No lo sé, deben haber peleado — Mihrimah hizo una pausa. — cómo siempre lo han hecho.

El golpe de las puertas hizo qué ambas mujeres se asustaran.

— Sultana, sultana por favor, escucheme por favor. — Cecilia decía mientras se aferraba más al vestido de la sultana, mientras qué Sümbül intentaba levantarla.

— ¡Sümbül! — La mayor le gritó levemente a su fiel compañero y con una seña con su cabeza hizo qué se alejará de la mujer. — señorita, ¿qué te dije? un incidente más y te expulsarla del palacio.

— Cecilia no dijo nada y beso sus vestidos. — Perdón sultana, no tengo otra opción solo la tengo a usted, el príncipe Selim se está marchando permítame ir con el.

— Incluso sí vas, ¿qué te hace pensar que el príncipe te querrá? para Selim no hay otra mujer más que Gülbahar, ella es su adoración. — Mihrimah dijo con seriedad a la joven.

— Haré lo necesario para ser su favorita, haré lo qué la sultana Hürrem me órdene. — Respondió la joven.

La sultana Hürrem no dijo nada, simplemente se levantó de su pequeño diván e hizo qué la joven también se levantará.

— En ese caso, permitiré qué vayas a Manisa. — Ante esto Cecilia sonrió.

[...]

— Todas las mujeres desean ser las favoritas de mi príncipe pero, ¿tú estás dispuesta a dar tu vida por eso señorita?

— Como le dije sultana, no tengo otra opción. Ya he visto mi destino en las estrellas.