En donde Gülbahar dice qué el único hombre al qué ama es a aquel joven del cuál la separaron cuándo los tártaros llegaron a Venecia
O
En donde Gülbahar se da cuenta qué se enamoró del príncipe Selim cuándo ya es demasiado tarde.
Cecilia después de haber llegado al palacio fue revisada por una doctora, sus órdenes ahí ya no eran bien vistas y eso la molestaba. Valeria parecía ya haber hecho amigas, mientras ella se mantenía lejos de todas.
Por la noche pensó que mañana todo volvería a la normalidad, ella sería nuevamente Cecilia Venier Baffo y sus órdenes serían muy bien acatadas.
La joven se movía de un lado a otro, su sueño era profundo qué una pesadilla la atormento.
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Cecilia ya había pasado desapercibida una vez por los tártaros y aún escuchaba los gritos desgarradores de su madre: ¿DÓNDE ESTA AMELIA? ¡MI HIJA! ¡AMELIA! Aunque no convivía con su hermana mayor por lo tanto no la conocía mucho, sintió un inmenso dolor al saber que fue víctima de los tártaros. Ella supo esconderse muy bien la primera vez, pero la segunda hubiese no haber asistido a esa cena que su madrastra había preparado.
Cecilia gritaba al hombre qué su padre le había presentado: ¡PAPÁ! ¡SUELTAME! ¡PADRE, LEVÁNTATE!
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Agitada despertó con lágrimas bajando por su rostro ante esto tapo su boca para no hacer ruido mientras lentamente volvía a recostarse. Una vez un poco calmada, volvió su vista a la mujer que estaba a su lado la cuál tenía un espejo, decidida lo tomó, lo enrollo en su sábana para después golpearlo al barrote.
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