TEN: Promise.

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Varias semanas han pasado, semanas en las que Gülbahar pasaba más tiempo con el príncipe y su pequeño Mehmed.

Su pequeña familia estaba feliz y ella también, algo dentro de ella comenzaba a revolverse cuándo tenía entre sus brazos al príncipe, sin embargo Gülbahar aún no era capaz de admitir que sentía algo por él.

( . . . )

Una noche más la cuál Gülbahar y el príncipe pasaban juntos, claramente siguiendo las recomendaciones de la doctora.

La joven al ver qué en la cama estaba ella sola alarmada se sentó en esta rápidamente, viendo una silueta cerca de la ventana se calmó, levantándose sin hacer ruido se fue  acercando hasta al príncipe llegando de sorpresa por su espalda abrazándolo.

— Buen día mi alteza. — Habló Gülbahar mientras besaba la espalda del príncipe.

Selim al sentir las suaves manos de su mujer rodear su cintura simplemente sonrió, dándose la vuelta unos segundos después quedando frente a su amada.

— Buen día mi preciosa flor. — El príncipe tomó a la joven de sus mejillas para dejar un beso en sus labios.

— ¿Sucedió algo? Me asusté mucho cuándo no lo sentí a mi lado. — Preguntó la joven una vez qué se separaron.

— No es nada, solamente estoy preocupado por unos asuntos sobre mi provincia. — Respondió Selim con una sonrisa.

— Cualquier cosa no dude en decírmelo, Selim. Me preocupo mucho por tu salud. — Gülbahar dijo mientras lo abrazaba.

Un cálido abrazo que Selim necesitaba para calmar todas sus preocupaciones.

( . . . )

En la tarde.

Gülbahar se encontraba en su aposentos tejiendo, mientras de reojo veía a Elif jugar con su pequeño Mehmed.

Elif siempre pensó que ella sería la primera en tener hijos, sin embargo sus sueños se arruinaron cuándo su madre la separó del amor de su vida

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Elif siempre pensó que ella sería la primera en tener hijos, sin embargo sus sueños se arruinaron cuándo su madre la separó del amor de su vida.

La única que estuvo ahí para consolarla fue su amiga, en ese entonces Amelia. La cuál siempre la cuido hasta que ella pudo sanar esa herida, pero quién pensaría que ahora aquella mujer la cuál dijo que jamás tendría un hijo, le ha  ganado.

— Gülnus. — Llamó Elif a la otra dama de su amiga, la cuál llegó unos segundos después.

La joven entró a los aposentos de la sultana haciendo una reverencia, obteniendo una sonrisa amable por parte de Gülbahar.

𝗦𝗧𝗥𝗔𝗡𝗚𝗘 ; Şehzαde Selım Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt