Persecución en la noche.

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La situación se complicaba en la carretera, Lina no podía acercarse lo suficiente para estar segura de que no perdía el todoterreno, pero si se mantenía a aquella distancia en poco tiempo se escaparía de su alcance. Karlos vio enseguida que lo iban a perder, pero Lina no se quería dar por vencida todavía. 

Las curvas eran cada vez más numerosas, y en las más cerradas perdían el contacto visual del coche. Afortunadamente circulaban otros coches y podían pasar desapercibidos.

Sandra conducía bastante rápido, un poco por encima de lo permitido, la carretera estaba en buen estado pero aún así era peligrosa de noche.

-Lina, déjalo ya, la vamos a perder y nos estamos arriesgando a sufrir un accidente, vas pendiente de su coche y hay más coches en la carretera.

-Tranquilo Karlos, que no se me escapa, he protagonizado persecuciones más peligrosas que esta. Estoy disfrutando.

- En serio te la estás jugando. 

-No, no te preocupes que lo tengo todo controlado. 

El coche de Sandra seguía su camino, y ellos detrás. Después de una hora de persecución, Sandra tomó un desvío y Lina la siguió. Debido a la oscuridad no podían estar seguros de adónde se dirigían. Con el teléfono en manos libres se pusieron en contacto con Diana explicándole el desvío que tomaban y preguntándole si cuando ella y Rosa fueron a buscarlos tras escapar del secuestro,  habían pasado por allí.

-Creo recordar que si, Lina, pero no estoy segura. ¿Podéis seguirla sin riesgos?

-De momento si, creo que no se ha dado cuenta de que la estamos siguiendo pero cada vez es más difícil que pasemos desapercibidos. En la oscuridad no puede saber quiénes somos, pero sí que le seguimos si el tráfico sigue disminuyendo.

- Intenta no acercarte demasiado, ya sabes que son muy peligrosos, si en realidad es ella la que disparó a Cabañas no va a titubear en mataros a vosotros dos.

-Lo sé Diana, tendremos mucho cuidado.

Tras media hora de tensión en la que ni siquiera Karlos se atrevía a hablar, el coche de Sandra se detuvo delante de una casa unifamiliar un poco aislada.

-¿Crees que es aquí donde nos trajeron?

-No lo sé Lina, con la poca luz que hay no se puede distinguir nada. Si pudiésemos ver el paisaje igual lo reconoceríamos.

-Para eso tenemos que esperar que amanezca, y en cuanto lleguen al sótano donde estábamos y vean que escapamos, intentaran algo para que no les atrapemos. 

- Tenemos que hacer algo para saber si esta es la casa.

- Voy a acercarme a la ventana, a ver si descubro algo, tú cúbreme para que no nos vuelva a pasar lo mismo que la otra vez.

-Espera Lina, mejor voy yo a la ventana, espérame aquí...

Cuando Karlos acabó de hablar, ya estaba ella acercándose a la casa escondiéndose detrás de los coches aparcados. Cuando llegó a la casa en la que vieron entrar a Sandra se agachó debajo de la ventana. 

Dentro se oía una discusión acalorada entre un hombre y una mujer, pero no se entendía bien lo que decían. Lina agudizó el oído y sólo pudo entender palabras sueltas sin sentido para ella.

Se arriesgó a asomarse pero la ventana tenía echadas las cortinas y no pudo distinguir más que dos siluetas. 

Pensó que así no averiguaría nada interesante y decidió dar la vuelta a la casa con cuidado y mirar si por el otro lado podía entrar o por lo menos ver algo más.

Reflejo MortalWhere stories live. Discover now