·Prólogo·

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Viktor gozaba de una buena forma, en su tiempo libre no tenía nada más que hacer que salir un rato por las noches a correr mientras el viento frío le helaba la cara, mas, hacerlo por gusto propio era una cosa y hacerlo por obligación era otra. El entrenador pidió dar una vuelta entera al estadio, un estadio con una envergadura demasiado grande para su gusto. Tal vez debería estar ya acostumbrado, llevaba un tiempo en el equipo, pero, estaba pasando por aquella época donde no soportaba que le dijeran qué hacer; llamémosle rebeldía, o simple irritación.


Volkov era un alfa que podría catalogarse como desinteresado, los profesores lo podrían definir como alguien absurdamente inteligente, pero con falta de interés, también presumieron que el joven necesitaba una bofetada para bajarle el alter ego que se cargaba. De todas formas, a pesar de sus buenas notas, la deportiva se estaba quedando atrás ¿y cómo no? si ni a las clases asistía.

Era realmente una lástima que un estudiante con grandes notas no de la talla en el aspecto físico, por lo cual, la dirección se vio en la necesidad de involucrarse. Obligarlo a participar en el equipo de la institución no parecía una mala opción. Era una buena alternativa, una que en realidad funcionó.

El alfa solía ver el lado bueno; al menos el atuendo no le sentaba mal, y no era tan horrendo como otros que había presenciado. El uniforme solía variar dependiendo del partido, o de las prácticas, pero el que más utilizaban, sin duda, era de sus favoritos. Los brazos de la camisa eran de un color rojo, y a la altura de los hombros se trataba de un color azul marino, pecho y espalda eran de color blanco con el nombre del equipo delante: "Tiburones" y su inicial al conjunto de su apellido por detrás: "V.Volkov" Los pantalones eran igual de blancos. Todos solían combinarlo con un cinturón negro. Aparte, tenían una gorra que combinaba el rojo y el azul marino.


Volkov no podía quejarse del uniforme.

Al tiempo le fue agarrando el gustito al béisbol y fue a mayores cuando se dio cuenta que no se le deba mal. Su manera de pensar le ayudaba a manejar el lanzamiento de pelota, cosa que le funcionó para ponchar* al bateador. Por esta misma razón era el pitcher* titular del equipo.

Fue fácil engañar a los bateadores y obligarlos a sentarse de nuevo en el banquillo.

A lo largo de su vida, o en lo que recuerda, nunca fue popular en la primaria, ni siquiera en la secundaria. Sin embargo, hasta hace muy poco comenzó a hacerlo en la Uni. Viktor era uno de aquellos extraños alfas que preferían pasar desapercibidos y vivir bajo su propia sombra de intimidad. Y no, él no era un antisocial ni mucho menos (tampoco era tímido) de hecho, tenía una que otra amistad, simplemente, destacar no era lo suyo. Al menos fue así hasta que, inevitablemente, se convirtió en una pieza fundamental para su equipo de béisbol.

La "afición" lo amaba

Con todo esto se podría decir que Viktor Volkov era un alfa al que todo se le daba bien; las mates, las ciencias, la historia, geografía, literatura (de sus favoritas) y el deporte... exceptuando el amor.

Era una mierda en el amor.






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*Ponchar :  Se refiere a un lanzamiento del pitcher que el bateador no logra conectar con su bate en tres intentos.

*Pitcher:  lanzador 









 ¡al principio este Au iba con la intención de que fuera +18! ¡cosa que no está descartado! Pero le he querido dar un pequeño desarrollo.

Los tiburones en un equipo que sí existe me recuerdan a mi hogar, así que quise incluirlo. No me quise exceder con la descripción de la ropa, así que dejo una imagen por aquí para tener una idea.

 No me quise exceder con la descripción de la ropa, así que dejo una imagen por aquí para tener una idea

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Buena Intención ·. VolkacioTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang