Capítulo 5

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Recomendación musical: "Safe and sound", Taylor Swift feat. The Civil Wars.

Capítulo 5:

Día 14.

Hermione se había levantado para prepararle el desayuno a Malfoy, pero esa vez no se había sentado a la mesa frente a él. Ni siquiera se había molestado en hacerse un té o prepararse una tostada. Aquel día se sentía indispuesta, fatigada, sofocada. Aquel día más que ningún otro necesitaba un baño. Subió las escaleras y cerró la puerta tras ella. Abrió el grifo del agua caliente y se recogió el pelo en un despeinado moño sobre la cabeza. Luego empezó a desnudarse mientras esperaba a que la habitación se llenara del abrasador vapor de agua que abría los poros de su piel y empañaba el cristal del espejo. No podía pensar en otra cosa que no fuera meterse en la bañera, hasta arriba de agua, y suspirar de placer cuando la temperatura de su cuerpo se elevara considerablemente.

El agua seguía corriendo. Su pijama estaba en el suelo y ella, completamente desnuda, se apoyaba contra la puerta mientras miraba por la ventana a través de la habitación. Aunque las ramas de los árboles se zarandeaban con violencia y la calle seguía mojada, no había vuelto a llover desde ayer. Y eso la ponía nerviosa. Ella misma le había dicho que hoy, después de unos días conviviendo bajo el mismo techo y sin salir fuera para nada, empezarían la búsqueda por fin. Sabía que él estaba impaciente por ello, su expresión aquella mañana se lo había dejado claro. Y a pesar de no saber qué era exactamente lo que saldrían a buscar, si a personas o pruebas que pudieran llevarlos a encontrar una explicación o una solución a aquello, ella seguía sin encontrarse preparada. Era tan frustrante. Su mente le impedía pensar con claridad, su mayor enemigo en aquel momento era ella misma.

Había empezado a llorar, otra vez. Y eso le enfadaba. Se había dejado auto inducir en una especie de depresión de la que no sabía salir. Nunca se hubiera imaginado que en realidad fuera tan débil. Ella, que siempre se había tenido por una mujer fuerte, independiente y sobre todo coherente, completamente capaz de enfrentar las adversidades, fueran cuales fueran, ahora se encontraba doblada sobre sí misma para evitar que el dolor la rompiera en pedazos. Pero es que aquello le venía grande. La repentina pérdida de sus amigos, su familia y el que habría sido el amor de su vida le había dejado trastocada. Era tan extraño, era tan injusto. Ni siquiera se había podido despedir de nadie.

El agua empezó a rebosar de la bañera. No había sido consciente del paso de los minutos. Hermione sacudió la cabeza, se acercó a ella y cerró el grifo. El ambiente ya estaba lo suficientemente caldeado, y cuando ella metió un pie dentro se dio cuenta de que la temperatura del agua tal vez estaba algo más elevada de lo debido. Pero no le importaba demasiado. Se sujetó al borde y metió el otro pie dentro. Poco a poco fue agachándose hasta quedar sentada. Un buen tanto del contenido de la bañera se había derramado en el proceso y ahora todo el suelo del baño estaba mojado con una gruesa capa de agua.

Hermione suspiró. Era en esos momentos cuando echaba de menos su varita. Un simple movimiento de muñeca y todo se arreglaría sin esfuerzo... pero eso supondría tener que volver a Hogwarts... y eso no era tan sencillo, no iba a ser nada fácil cuando se decidiera a ir. Superar todo lo que estaba pasando iba a requerirle una gran cantidad de sacrificio y de trabajo mental.

Unas gotas de sudor resbalaron por el nacimiento de su frente mientras su piel se enrojecía bajo el agua. ¿Iba a ser capaz de hacerlo? ¿Podría encontrar la fuerza y las ganas de salir adelante, aunque el futuro ya no le deparara absolutamente nada?

Hermione se hundió en la bañera hasta quedar sumergida por completo. Tenía los ojos cerrados y un semblante serio en el rostro. Tenía que hacerlo, y lo haría. Pero no bajo presión. Normalmente acostumbraba a sobrellevar mejor que nadie situaciones de tensión y estrés; no había sido la mejor alumna de su año por nada. Ella nunca se había agobiado con los estudios, jamás había necesitado descansar un tiempo de los libros. Más bien al revés. Pero debía entender que eso era diferente.

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