Capitulo uno: Huyendo de lo desconocido.

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Capitulo uno: Huyendo de lo desconocido.

— Eren, ya estoy cansada. — digo al sentarme junto a él.

— Yo también, créeme. — me mira, sus ojos brillan, pero no de felicidad, tampoco de tristeza. Es culpabilidad.

— ¿Nos tenemos que mudar nuevamente? — él asintió.

Me levanto y me voy un poco molesta ante su confirmación, siempre es lo mismo, desde que nuestros padres murieron hemos estado huyendo. Lo peor es que no sé de qué.

Cambiar de casa es nuestro nuevo hobby, ya estoy acostumbrada a este estilo de vida. Nunca me he quejado con él sobre lo que pienso acerca de mudarnos, aunque hay veces en las que odio vivir de esta forma, me encariño con alguna persona y al otro día de la nada me tengo que ir lejos.

Suspiro entrando a mi habitación, la nostalgia me invade, estar por un año aquí no es poco. El corazón se me llena de tristeza, ahora no importa lo mucho que me esforcé haciendo amigos en este lugar. Saqué una maleta del armario y empecé a sacar ropa de tirones, estoy muy enojada como para sacarla delicadamente, todo esto es tan frustrante que no me deja pensar con claridad.

{...}


Sin darme cuenta todo lo que había en el armario ha desaparecido, tengo tres maletas ya hechas. ¿Tan rápido pasó el tiempo? Bajé las escaleras hasta el primer piso donde me esperaba Eren, vestía con unos vaqueros negros, una camisa azul oscuro, y unos zapatos negros.

— ¿Lista? — preguntó, asiento, de todos modos, no me queda de otra. Salimos de casa, donde un carro negro nos espera, ¿Es el día de colores oscuros? Un hombre bajó de la parte trasera del auto y cogió mis pertenencias, metiéndolas en el maletero.

Suspiro adentrándome en el auto, las emociones son dueñas de mi mente, no entiendo por qué me ha tocado una vida como esta. No me gusta huir de un monstruo que ni siquiera conozco, un ser desconocido asechando a su presa sin que esta lo descubra. Así me siento cada vez que nos vamos de una ciudad a otra. Necesito respuestas, pero es más que obvio que Eren no me dirá nada. Desde que nuestros padres murieron él se ha estado comportando raro.

— ¿Tienes sed? — pregunta Eren, interfiriendo en mis pensamientos. Con todo esto me ha entrado una sed del demonio, asiento en respuesta. Tomo agua, no puedo dormir, y es lo único que quiero en este momento. Saco mis pastillas que me ayudan a tomar una siesta, con pesar la tomo, esperando unos minutos para que haga efecto, y así lo hace. No recuerdo ni una palabra o tal vez sí, pero creo que fue parte de mi imaginación.

— ¿Algún día se lo dirá, señor? — la voz del chófer se escucha preguntar. 

—Algún día, me siento un jodido monstruo, al ocultar algo en lo que no estoy de acuerdo.

Despierto con la respiración agitada, miro a mis lados y ya no estamos en el auto, nos encontramos en un avión.

Tengo la cabeza hecha un lío como para que eso me importe ahora. Todo está saliendo mal, Eren se ve frustrado y pasa una y otra vez su mano por el cabello, despeinándolo.

Miro mi cuerpo, estoy envuelta en una sábana color rojo intenso, esto no es un avión, bueno sí, al menos no uno comercial, es un Jet privado. Solo Eren, los pilotos, las azafatas y yo nos encontramos aquí.

Quiero preguntarle cómo carajos me ha subido al avión, pero decido no hacerlo. De la ciudad Maria a la ciudad Sina hay muchos kilómetros de distancia, según Eren tenemos familiares ahí.

Lo escuché hablar de un tal ¿Zeke? Decidí no meter la nariz donde no me importa y lo dejé pasar, cosa que casi nunca hago. El dormir ya no es buena opción de matar el aburrimiento, entonces decidí recorrer el Jet, ya que no hay turbulencias. Bueno de haber hay, pero moderadas.

Fui a una especie de armario, donde había una caja con cerradura, intenté abrirla, pero fue en vano. Necesitaba la llave, caminé de nuevo a mi asiento quedándome ahí.

{...}

Finalmente habíamos llegado a nuestro destino, todo había salido bien, ahora solo necesitábamos donde quedarnos ¿Un hotel, tal vez?.

Era una opción que había que descartar, ya que Eren tenía todo planeado, suspiré, sé que algún día yo seré la primera en decidir algo. Estoy segura de eso.
— ¿Me dirás dónde vamos? — presiono a Eren para que me diga. Pero volvió a negar como las últimas cuatro veces.

—Aún no...— negó.

Empieza a hartarme todo este misterio, primero la huida, luego el viaje en Jet dónde estaba la caja rara y ahora esto.

Con pesar cierro los ojos y decido callarme, no es momento para meter la nariz.

Todo es tan moderno en Sina, hay árboles en las partes que tienen que estar y casas donde se necesitan. Todo es de gente con dinero, ¿Y nosotros que hacíamos aquí? Yo también me pregunto eso mismo, no digo que somos de clase baja, somos casi de clase alta o bueno mis padres lo eran.

Una gota de sangre cae en la ventanilla del auto, me sobresalto ¿Que carajos? Paso las manos por mis ojos, quizá estoy alucinando. Al abrirlos ya no hay nada.

Suspiré con tranquilidad, todo esto es tan raro, que siento un poco de miedo por estar aquí, pero todos aquí son inofensivos, es el pueblo/ciudad, más tranquilo de Eldia.

Sin darme cuenta estamos frente a una mansión gigante, en mi boca se forama una enorme "O" al igual que en mis ojos.

La mansión que mis difuntos padres tenían en la ciudad Maria era grande pero no tanto como para asombrarse.

Me siento rara comparando casas.

Uno de los hombres armados de ahí habló apuntando en nuestra dirección.

— ¿Quiénes son ustedes? — preguntó el hombre, con su vista puesta en nosotros.

— Soy Eren Jeager y ella es Mikasa Jaeger. — el hombre dejó de apuntarnos con el arma, apenado bajó la mirada. — Creí que Zeke les había informado sobre nuestra llegada, pero veo que ha sido una sorpresa. 

— Lo siento, joven y señorita. — nos mira haciendo una leve reverencia. — No sabía que ustedes son familiares del jefe.

Eren asintió, en cambio yo fruncí el entrecejo ¿jefe? ¿A qué ha venido eso?




Gracias por leer aunque ya haya pasado tanto tiempo, agradezco su tiempo.

He Is Dangerous. (Rivamika) REMAKE y FINALIZACIÓN.Where stories live. Discover now