Un Esqueleto en un Mundo De Demonios

Viviendo

Con una sensación de asombro, Sans se encontró saltando de árbol en árbol en el bosque en el que había aparecido. Este lugar era claramente diferente de los escenarios familiares que había conocido en el Subsuelo. Los árboles eran altos y majestuosos, y el bosque estaba lleno de vida y sonidos que no había experimentado en mucho tiempo.

El esqueleto se desplazaba con gracia de rama en rama, sintiendo la textura real de la corteza de los árboles bajo sus huesos. La brisa fresca acariciaba su esqueleto, y el sol iluminaba el dosel del bosque de manera más natural que cualquier "sol" en los resets anteriores. Cada salto le permitía experimentar una nueva sensación de libertad y conexión con la naturaleza.A pesar de su actitud generalmente despreocupada, Sans no pudo evitar sentir una chispa de emoción por explorar este nuevo y misterioso bosque. Era un cambio refrescante, un recordatorio de que el mundo tenía mucho más que ofrecer que solo los confines del Subsuelo. Sin embargo, en el fondo de su mente, seguía consciente de que la sombra del reseteo lo acechaba, esperando el momento en que la realidad se deshiciera y lo llevara de vuelta a su antigua prisión de repeticiones incesantes.

Sans siguió saltando de árbol en árbol, disfrutando de la novedad del mundo exterior. Mientras exploraba el bosque, murmuró para sí mismo con un toque de sarcasmo:

"Siempre es lo mismo, ¿verdad? El humano suele reiniciar el mundo antes de que siquiera puedan salir de la montaña en las líneas de tiempo pacifistas. Como si estuvieran atrapados en un bucle sin fin de decisiones. Pero, eh, supongo que esa es la naturaleza de todo. Nunca se sabe qué sorpresa te depara el próximo reseteo."

A pesar de su tono relajado, Sans sabía que la tendencia de Frisk a reiniciar el mundo antes de explorar nuevas rutas y posibilidades era un patrón común. A lo largo de los resets anteriores, había observado cómo el humano solía volver al punto de partida antes de que las cosas pudieran avanzar en la línea de tiempo pacifista. La repetición era la norma en el Subsuelo, y él no podía evitar comentar sobre ello mientras exploraba este nuevo y misterioso bosque.

Sans vivió varios días en el bosque, explorando y disfrutando de la tranquilidad de este mundo nuevo y desconocido. Durante su tiempo en el bosque, se las arregló para sobrevivir comiendo manzanas silvestres que encontraba en los árboles y ocasionalmente atrapando un pez en un río cercano. La rutina diaria era muy diferente a su vida en el Subsuelo, pero comenzó a acostumbrarse a ella.

A medida que pasaban los días, Sans esperaba el reseteo del mundo, como siempre había ocurrido en los ciclos anteriores. Pero esta vez, algo era diferente. Los resets no llegaban, y el tiempo seguía avanzando. La inusual sensación de estabilidad lo desconcertaba y llenaba de incertidumbre. Sus cuencas vacías se abrían con sorpresa ante la idea de que, por primera vez, no estaba atrapado en el ciclo de repeticiones.

"Esto es... extraño", murmuró para sí mismo. Había esperado el reseteo durante días, pero simplemente no ocurría. Comenzó a considerar la posibilidad de que, de alguna manera, había escapado del ciclo de resets que había definido su existencia durante tanto tiempo.Sans se sentía atrapado entre la emoción y la ansiedad. Por un lado, la idea de vivir una vida sin reseteos era tentadora, pero también se preguntaba si esta estabilidad era temporal o si había algo más en juego. Con la incertidumbre acechando en su mente, continuó explorando el bosque, sin saber qué depararía el futuro en este mundo que parecía escapar al ciclo de repeticiones.