Capítulo 55: elogios peligrosos

Start from the beginning
                                    

—Realmente voy a extrañar esto.

Ese pensamiento llegó a mí, y miré a mi alrededor, pero todos eran alumnos, padres y hermanos. No había ningún extraterrestre. Lo cual quería decir que ese pensamiento había venido de alguien de por aquí, aunque no sabía de quién.

Al meditar, en especial con Horus, mis habilidades habían despertado más de prisa. Ahora escuchaba pensamientos más seguido, pero eso era todo. Horus me dijo que cuando empiece a ser habitual, me contará cómo bloquearlos para que no me molesten— aunque siempre alguno se filtra—, pero que por ahora los deje, para poder practicar con la habilidad y no bloquearme de nuevo.

Sip, oficialmente mi mente volvía a estar desbloqueada, y me estaba costando el mismo (sino más) trabajo mantenerla en blanco cuando estaba con Horus.

Estoy segura de que lo habré traumado un par de veces con mis pensamientos respecto a sus labios.

—¡Sonríe!

Trevor colocó su celular en frente a nuestras caras y sacó varias fotos, tomándome desprevenida.

—Cielos, Iris, parece que acabas de descubrir que en realidad las tangas son para los hombres, ¿estas bien?

Parpadeé y reí.

—¿Qué acabas de decir?

Se encogió de hombros, pero me abrazó y volvió a colocar el celular en frente nuestro.

—Solo finge que te causó gracia y ríete.

—¡Yo también quiero salir!—Emma gritó y se colocó a mi otro costado.

Reí al estar entre medio de ellos, y me sentí tan bien. Eran los mejores amigos del mundo, y necesitaba que lo supieran.

—¿Saben que los amo, verdad?—dije mientras Trevor revisaba las fotografías luego de sacarlas de nuevo.

Ambos se me quedaron mirando con el ceño fruncido.

—¿Has matado a alguien?—preguntó Emma.

—Tengo cinta en el auto—respondió Trevor.

Los miré, incrédula.

—¿Por qué siempre piensan que he matado a alguien?

Emma se encogió de hombros y miró el celular de Trevor por el rabillo del ojo.

—Llegas a subir esa foto, y sí que habrá un muerto.

Trevor puso los ojos en blanco, pero sonrió.

—No saliste tan mal.

.—Parece que mi ojo se esta derritiendo, Trev.

Trevor miró mejor la foto y soltó una carcajada.

—Sí, definitivamente tu ojo no esta bien. Ni siquiera parece un ojo...

Reí cuando giró el celular en mi dirección y vi la foto.

Luego de seguirnos sacando millones de fotos junto a mis padres, los de Emma y Trevor, fuimos a la casa de Emma a festejar. Solo estaban nuestras familias y nosotros, así que nos escabullimos al jardín en un momento y nos acostamos en las reposeras.

—Nunca pensé que diría esto, pero...extrañaré la escuela—dijo Emma y recogió su pelo en una coleta alta—. No a la escuela en sí, sino a ustedes.

Fruncí el ceño.

—Pero nos seguiremos viendo, Ems. De hecho...—miré a Trevor de reojo, y asintió con la cabeza.

Bien, este era uno de los momentos que más temía.

Incluso más que cuando Horus me dijo que no provenía de este planeta. O cuando me subí por primera vez a una nave espacial.

HorusWhere stories live. Discover now