I'm Just a Babysitter | Harukyu

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El timbre, como una melodía suave, resonó en los oídos de Haruto, marcando el fin de las clases en la escuela. Cargando su mochila con determinación, salió de la institución educativa, pero su corazón estaba lleno de gratitud. La bondad y la disposición de Junkyu para ayudar con Airi eran un regalo invaluable, un faro en medio de las dificultades que habían enfrentado. La sonrisa en el rostro de la pequeña, al recordar a su hermano mayor, era un reflejo de la amistad que se estaba tejiendo entre ellos.

En ese instante, Haruto sentía la necesidad imperante de expresar su agradecimiento de una manera que fuera tan especial como la relación que se estaba forjando entre ellos. Más allá de las palabras, había un vínculo que crecía con cada acto de amabilidad.

Guiado por su propósito, decidió encaminarse al supermercado más cercano. Cada paso que daba parecía acercarlo un poco más a su objetivo: encontrar la manera perfecta de agradecer a Junkyu. Mientras caminaba por las calles, los rayos del sol de la tarde se filtraban entre los edificios, creando una atmósfera cálida y tranquila, como si la propia naturaleza se uniera a su causa.

Al entrar al supermercado, se dio cuenta de que estaba lleno de clientes que buscaban sus compras diarias, pero para Haruto, este viaje tenía un propósito más profundo. Cada pasillo, cada estante, ofrecía una oportunidad para encontrar el regalo perfecto.

En la sección de productos frescos, Haruto examinó minuciosamente las frutas y verduras. Sus ojos escogieron los ingredientes más frescos y sabrosos, como si estuviera seleccionando las mejores notas para una sinfonía culinaria. Sabía que a Junkyu le gustaba cocinar, y su intención era preparar una cena especial como muestra de su gratitud. Seleccionó carnes de calidad, verduras frescas y otros ingredientes que sabía que serían perfectos para la ocasión.

Su siguiente parada lo llevó a la sección de lácteos, donde eligió cuidadosamente productos frescos y una botella de vino que complementaría la cena. La elección de cada artículo estaba llena de significado y cuidado, como si cada elección fuera una nota en una canción de agradecimiento.

Mientras avanzaba por el supermercado, su atención se desvió hacia una tienda de joyas. Fue allí donde sus ojos se posaron en un collar en forma de llave antigua. El colgante estaba adornado con detalles intrincados y brillaba suavemente bajo las luces de la tienda. La llave parecía ser un símbolo perfecto para expresar su agradecimiento. Había sido la "clave" que había abierto puertas de apoyo y comprensión en sus vidas en momentos difíciles, y este regalo era su manera de decir "gracias".

Haruto tomó el collar con delicadeza, sopesando su elección con la misma atención que había puesto en su selección de alimentos. Cada detalle del collar, desde la textura del metal hasta el brillo del colgante, parecía encajar perfectamente con su gesto de gratitud. Colocó el collar en una caja con cuidado y se dirigió a la caja para hacer la compra. Cada artículo en su carrito era un símbolo de gratitud, un reflejo de su profundo aprecio por Junkyu y su generosidad.