05 (𝑴𝒂𝒍𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓)

69 13 14
                                    

❣︎

Todas las lunas superiores estaban en el castillo infinito, esperando órdenes.

Akaza estaba de pie detrás de los demás con los brazos cruzados, manteniendo su mente clara y tranquila. Tenía los ojos cerrados mientras que se concentraba en calmar sus nervios y no mostraba interés en las conversaciones que tenían lugar antes él.

"Akaza-dono~ ¡ha pasado un tiempo desde que ví tu cara!"
-Dijo una voz familiar y molesta apareciendo junto a él.

Douma le pasó el brazo por el hombro con su habitual sonrisa de dientes, mostrando sus colmillos afilados.

El ojo de akaza tembló y detuvo el impulso de golpear al hombre.

"Oh~ ¿Qué pasa con esa expresión aterradora?"
-Preguntó Douma, tocando repetidamente su mejilla marcada.

"Quítate de encima..." -Akaza soltó antes de retroceder y golpearlo en la cara- "¡Bastardo!"

Su golpe hizo que su brazo atravesara la cara de Douma, partiéndola por la mitad.

-Pero, por supuesto, el demonio de ojos arcoíris no se vio afectado mientras que se reía alegremente- "¿Dónde has estado últimamente, Akaza-dono?. ¡No estás a la vista! Me siento solo sin mi mejor amigo, sabes?

Puede que el demonio de ojos arcoíris estuviera sonriendo, pero había la habitual extrañeza subyacente en sus palabras.

"Mejor amigo, mi trasero"
-Pensó akaza, con una marca en su frente mientras sentía que cualquier paciencia en él (que para ser justos, para empezar nunca fue mucha) desaparecer.

Instantáneamente giró su cuerpo y pateó a Douma con fuerza, causando que el hombre rubio volara lejos por la habitación, chocando contra algunos de los muebles.

Las otras lunas superiores ni siquiera se inmutaron ante sus travesuras ya que estaban acostumbrados a pelear como perros rabiosos. Todo lo que quedaba ahora era que Akaza comenzará a ladrar como tal.

Nakime colgó su biwa y al instante, todos los demonios se quedaron quietos.

El aura que los rodeaba se volvió más incómoda. El golpeteo de los zapatos entró a la habitación por encima de la plataforma y apareció la figura de un hombre alto y trajeado.

Kibutsuji Muzan

Al instante, las lunas superiores cayeron de rodillas, inclinándose con respeto y miedo.

Akaza tragó saliva, despejando su cabeza de cualquier pensamiento sobre la mujer que había llamado toda su atención, en caso de que Muzan intentara leer su mente. Para él sería un gran problema de no tener su mente despejada, causaría muchas cosas y no quería que
T/N saliera lastimada.
Ya que T/N le había dado un hogar donde quedarse y no había sido más que amable con él, no quería ponerla en peligro también.

"Todos de pie, ahora" -Habló Muzan, su voz profunda y autoritaria. Se encontraba en un aire de arrogancia y puro poder.

Los demonios se levantaron, erguidos, con la cabeza ligeramente inclinada en señal de respeto y obediencia. Muza habló sobre el trabajo de cada demonio y les pidió sobre las actualizaciones de la búsqueda del lirio de la araña azul. Abordó cualquier problema y los amenazó como siempre.

Después de cuarenta minutos, una vez terminada la reunión, el rey de los demonios les dijo a sus lunas superiores que salieran y continuaran con sus responsabilidades.

𝐄𝐭𝐡𝐞𝐫𝐞𝐚𝐥 | 𝐀𝐤𝐚𝐳𝐚Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin