02 (𝐔𝐧𝐚 𝐚𝐦𝐢𝐬𝐭𝐚𝐝 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞)

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T/N estuvo preocupada con numerosos pacientes y clientes habituales durante el resto del día. Estaba ocupada vendando las heridas de los trabajadores lesionados, cuidando a los niños enfermos y dando sus medicinas a los clientes habituales.

Cada pocas horas, ella observaba a Akaza para asegurarse de que estuviera bien.

Y cada vez que lo hacía, veía que él estaba entretenido con su gata Mei. Eso hizo que ella dejara que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro.

Sin embargo, lo que no vió fue que una vez que cerró la puerta, Mei volvió arañar y morder al demonios que desesperadamente trató de sacarselo de encima, tratando de no lastimarlo.

Una vez que cayó la noche, T/N estaba en su jardín, cuidando sus plantas. Los regó, arrancó las malas hierbas y escogió algunas hierbas que podía utilizar como medicina o para cocinar.

Prefería hacer estas tareas por la noche, ya que no le molestaba el sol deslumbrante ni el calor.

Además, su casa estaba más en las afueras del pueblo y por eso había muchos animales pequeños como conejos y ciervos alrededor. Y por la noche, las luciérnagas decoraban la zona dando una sensación de serenidad.
La puerta se abrió detrás de ella y akaza salió.

Ella se dió la vuelta, con su canasta de hierbas en las caderas mientras que le sonreía amablemente.

—Él asintió con la cabeza antes de inclinarse levemente— “Gracias por dejarme quedarme, T/N-san, pero me iré” —Dijo

Si un demonio familiarizado con él lo hubiera visto ahora, pensarían que estaba poseído. Pero él siempre ha sido en ser muy respetuoso con las mujeres.

—T/N asintió con la cabeza—
“Cuídate, Akaza-san” —Dijo en voz baja, antes de volver a su trabajo mientras que él desaparecía.

No vió al hombre de cabello rosado por el resto de la noche. Y cuando se despertó a la mañana siguiente, él no estaba allí. Incluso al día siguiente, no se le veía por ningún lado.

Ella se encogió de hombros, suponiendo que él estaría ocupado con el trabajo y regresaría o se habría ido del pueblo, y nunca se volverían a ver.

De cualquier manera, ella continúo con su vida con normalidad.

Pero algo en ella esperaba que él volviera. Parecía interesante y ella quería saber más sobre él. No todos los días un humano conoce a un demonio.

❣︎

Era el tercer día desde la última vez que T/N había visto a Akaza.

Caminó hasta la ciudad con una bolsa de tela para visitar a algunos pacientes. Mientras que caminaba, fue recibida por un aldeano. Desde que se mudó aquí, había sido bastante popular entre los hombres y mujeres.

Fue recibida por niños pequeños y algunos conocidos la detuvieron para conversar.

Finalmente, llamó a la puerta de una pequeña cabaña y una joven rubia abrió la puerta. Su rostro se iluminó cuándo vió a la mujer y la dejó entrar dentro.

“T/N-san, ¿cómo estás?
—Preguntó alegremente.

T/N saludó a la niña, entregándole la bolsa de medicinas antes de guardarse el dinero que le dieron.

“¿Cómo está tu padre, Yui-san?” —Preguntó

“Está bien, se fue de la ciudad en busca de un nuevo trabajo”
—Dijo Yui, mientras que las dos entraban a una habitación.

Dentro, había una anciana sentada en un futón leyendo un libro y bebiendo un poco de té. La ventana corrediza estaba abierta de par en par dejando entrar la luz del sol y el olor a tierra de las plantas recién regadas.

𝐄𝐭𝐡𝐞𝐫𝐞𝐚𝐥 | 𝐀𝐤𝐚𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora