Capítulo 2

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Un mes. No había transcurrido más de un mes desde que comenzaron las clases y ya Frankie había demostrado un punto.

Bueno, dos.

Primero. Era ella, junto con varios chicos, el objetivo de las burlas en el salón y segundo, Cleo y sus amigas eran unas idiotas. Siempre las fastidiaban. No todo el tiempo era la castaña quien lo hacía, pero sí sus amigas y Cleo sólo se reía de Frankie. Ghoulia, aunque nunca se hubieran metido con ella por su gran carácter, siempre permanecía con Frankie y Draculaura para que así no las molestaran más de lo debido.

Draculaura. Era una chica que Frankie había conocido en el baño, cuando terminó embarrada de sopa. Un chico le había jugado una broma a la hora del almuerzo.

Ghoulia faltó ese día de clases y por esa razón estaba sola, o eso pensó, hasta que escuchó unos débiles sollozos provenientes del baño y descubrió a una chica sentada en el piso. Se colocó junto a ella. También tenía el cabello mojado y permanecieron en silencio, hasta que Frankie habló.

- ¿Qué te hicieron?

- Me metieron mi cabeza al inodoro - le sorprendió, ya que las chicas de su salón eran malas, pero no llegaban a tales extremos. - Fueron los de quinto - aclaró, al ver la mirada horrorizada de Frankie.

Ella suspiró, pensando estúpidamente que Cleo era mala pero tampoco tanto. Se regañó mentalmente al pensar en ella. ¿Por qué le sucedía?

- Oh, ya veo.

- ¿Tú? - le preguntó, detallando en su camisa manchada un líquido espeso.

- Sopa de champiñones - arrugó la nariz y después olfateo la tela - Lo peor es que odio los champiñones - la chica soltó una sonrisa débil.

- ¿Cómo te llamas?

- Draculaura, ¿y tú? - preguntó estrechando su mano.

- Frankie Stein.

Eso fue hacia una dos semanas atrás y las chicas inmediato hicieron clic. Le presentó a su compañera y ahora las tres eran un trio de amigas inseparables. Si alguien intentaba molestarlas, salía Ghoulia a su defensa e incluso dejaba en ridículo al mismo abusivo. Por ello Frankie y Draculaura la adoraban.

Por hoy, sus dos amigas se encontraban en clases de Arte mientras a ella veía historia. Se hallaba guardando unos libros en su casillero cuando observó una libreta azul con esfinges en el piso. La recogió y pensó que era similar a la de Cleo. Ella sabía que era estúpido, pero, siempre que la castaña estaba cerca, Frankie no podía evitar mirarla.

Por esta simple razón podría asegurar que esa libreta debía pertenecer a Cleo de Nile, la castaña la cargaba con ella todo el tiempo en su bolso. Escuchó unos pasos asegurados por el pasillo, acercándose y una voz hablándole.

- ¡Oye, eso es mío! - reconoció la voz de la castaña y se volvió para mirarla. Allí estaba frente a ella y pasaba sus ojos de la libreta al rostro de Frankie - Devuélvemela - pidió, muy autoritaria.

A Frankie le molestó un poco su tono de voz, pero prefería no hacerla enojar. Verá Ra que le hacían ella y sus amigas si no se la entregaba. Al recibirlo, Cleo lo abrazó contra su pecho y suspiró, aliviada. Después clavó sus ojos oscuros en Frankie, muy severamente.

- ¿Qué hacía con él? - preguntó de forma acusatoria y la pelinegra arqueó una ceja.

- ¿Yo? nada. Sólo lo encontré, en el suelo- dijo, observando con irritación sus ojos azules, le fastidiaba saber que la ponían nerviosa.

- Oh, claro. Y sobre todo, yo te voy a creer- replicó sarcásticamente, los ojos de Frankie prácticamente estaban en llamas.

Perdía la paciencia y empezaban a salir chispas.

Rivales - ClankieWhere stories live. Discover now